I. EL MEDIO FÍSICO
Su
lado occidental corre en dirección aproximada de SO a NE y está formado,
sucesivamente, por las sierras del Pozo y Cazorla, Segura y Alcaraz; por su
lado sur, con dirección OE, está constituido por las sierras de Gillimona, Las
Cabras, Peña de Moratalla, etc. con altitudes de unos 2.000 mtrs.; por la zona
intermedia se encuentran otra serie de serranías, como El Calar del Mundo, el Mentiras, Cobos, el Almorchón etc. A su
vez los linderos de la Sierra
de Segura, en la provincia de Jaén entre
las sierras de Las Villas y Cazorla, están perfectamente marcados por la propia naturaleza al tratarse de
accidentes puramente geográficos: de norte a sur el arroyo de la Torre del Vinagre Vieja
divide los términos de Santiago de la Espada-Pontones
con Santo Tomé; luego el río Borosa la separa de Santo Tomé y la Iruela , mientras que el
Arroyo del Infierno señala la linde con Cazorla hacia los Campos de Hernán
Perea alcanzando a la provincia de Granada por Las Empanadas. Aunque en 1253 se delimitan los términos entre la Orden de Santiago y el
arzobispado de Toledo: entre Segura y Chiclana por los santiaguistas; Quesada e
Iznatoraf por los de la iglesia toledana, hubo un deslinde en 1348 entre términos de
Quesada y Segura colocándose los mojones: Primeramente
como parte con eznatoraf, guadalquibir arriba, e por el rrio de las guadazebas
e a la torre el vinagre, do parte con sigura, e da otra bez en guadalquibir e
la naba de medio, do parte en rambla seca otra vez en sigura, e dende a las
aldeas de la dicha villa (Quesada).
Nudo
orográfico donde se alternan elevadas cumbres con profundos valles regados por
una red hidrográfica importantísima que la forman varios ríos, siendo los
principales: Guadalimar, Guadalquivir, Guadiana Menor, Mundo, Taibilla, Tus,
Madera, Morles, Zumeta, Hornos, Segura etc, así como innumerables arroyos y manantiales
que, tras recorrer terrenos muy accidentados regando valles y huertas,
desembocan en el Mediterráneo y el Atlántico. Bosques de variadas especies
vegetales: pinos (salgareño, negral, laricio, carrasco, doncel), encinas,
sabinas, fresnos, roble, álamos, avellanos, acebos etc.; pastos y flora
abundante, junto a fauna variable y clima especial forma una frontera natural
de difícil acceso.
En
este conjunto orográfico se constata la presencia humana desde la más remota
antigüedad. Con el devenir de la
Historia , aquellos pequeños hábitat humanos evolucionan
convirtiéndose en sociedades más civilizadas que, en el espacio de nuestro
estudio, aparecen estructurados en pequeños núcleos rurales dispersos.
De
vital importancia serán las vías o caminos de comunicación, ya sea por los
pasos naturales de las cuencas de los ríos o los puertos de montaña, que ponían
en contacto tanto a contingentes militares como a sencillos campesinos,
agricultores, pastores y comerciantes; de aquí que para su vigilancia y control
del territorio fueron necesarias construcciones defensivas, alcanzando gran
importancia y auge en todo al-Andalus en el siglo XII, con los almohades. Con
la conquista cristiana, y el establecimiento de la Orden Militar de Santiago en la Sierra de Segura, se forma
otra nueva frontera la cual es necesario potenciar tanto para su defensa y
control frente a los musulmanes como para su repoblación. Según el Fuero de
Cuenca, que se concede a Segura de la
Sierra , se atiende a distintos aspectos relacionados con la
defensa de la ciudad o villas estableciendo guarniciones militares,
construcción de fortalezas y murallas; como deben ser los materiales empleados;
la altura y techumbre de las casas en zonas de peligro; los deberes del
alcayde, como responsable de los castillos o fortalezas, en cuanto a la
provisión de agua, víveres, armas y estado de conservación etc. Es por ello que
en la Sierra
de Segura contamos con una extensa red de construcciones defensivas: torres,
atalayas, casas fuertes, castillos y
fortalezas correspondientes tanto a época musulmana como cristiana. Dado
que este trabajo es limitado, solo nos vamos a ocupar de las concernientes a la
provincia de Jaén.
II.
EL VALL DE SEGURA
Desde
las altas almenas del castillo de Segura de la Sierra , se divisa un
espléndido paisaje de montañas, pueblos, aldeas, cortijos y el valle donde se
ubican castillos, torres, atalayas etc., para la defensa del núcleo central,
Segura de la Sierra ,
y control de las vías de comunicación. Del estudio y análisis de estas construcciones,
trataremos en los siguientes apartados.
EL CASTILO O TORRES DE PEÑOLITE
Comenzando
por el “Camino de los Cartagineses”, a 3 km . de Puente de Génave, en
un cerro al noroeste de su aldea de Peñolite, por el camino que iba hacia Beas,
se encontraba un castillo que garantizaba la protección de población campesina
dispersa en pequeñas alquerías, ante las razzias árabes o cabalgadas de los
castellanos, y cuyos campesinos cultivaban las fértiles tierras regadas por
arroyos y manantiales. De época almohade, siglo XII, solo se conservan tres de
las cuatro torres que protegían sus vértices. Construidas en tapial de calicanto de planta
cuadrada, unos 4 mtrs. de lado, y forma troncocónica, albergaban cuatro cuerpos
de los que el inferior era macizo; en los tres restantes había cámaras con
cubiertas adinteladas, sostenidas por vigas de madera que apoyaban en los
salientes creados al estrecharse los muros, que recibían la luz lateralmente
por medio de saeteras vaciadas al interior. Este lugar se despobló tras la
conquista cristiana desapareciendo su población musulmana. En 1494, la Encomienda de Segura
poseía acá una dehesa.
CASTILLO DE BUJALAMÉ
Pasado Puente de Génave, el
camino estaba vigilado por el castillo de Bujalamé como vanguardia de La Puerta de Segura.
Edificado sobre un importante oppidum ibérico enclavado sobre una colina de625 metros de altitud, cercada por un grueso
muro de mortero de calicanto y tierra; acá se han encontrado hachas de piedra,
puntas de flecha, así como restos de una fundición al pié de dicha colina donde
se encontró una estatuilla en bronce conocida como El Sacrificador de Bujalamé,
que se localiza en el Museo Arqueológico Nacional. Cronológicamente, este
castillo es de época musulmana, del cual quedan restos de una torre, posiblemente
la del homenaje, rectangular de unos 8´5 metros, gruesos muros de mampostería y
mortero de calicanto. También se pueden apreciar los restos de la cerca del
castillo, de tapial, así como los de un muro que enlazaba con la muralla
exterior, además de abundantes restos cerámicos. Lo que más llama la atención
de este castillo es su enclave estratégico de extensa visión del valle del río
Guadalimar y las montañas de Segura, Alcaraz y Morena y, sobre todo, la
vigilancia del castillo de La
Puerta cuando quedaba inundada la entrada al cerrar el
puente. Según me han informado hace poco tiempo, el dueño de esta finca ha
derribado completamente los restos que quedaban de este castillo.
Edificado sobre un importante oppidum ibérico enclavado sobre una colina de
Este es el paso natural de
entrada a la Sierra
de Segura. Siguiendo esta vía, por la ribera izquierda del Guadalimar se llega
a La Puerta de
Segura cuyo ramal principal cruzaba el
río por un famoso puente para continuar por la orilla derecha. Este puente
estaba guardado por una fortaleza o castillo. Construido en tapial de
calicanto, lo que hoy queda de él se reduce a un torreón que pertenecía al
recinto exterior; presenta una planta cuadrada de 4´5 mtrs. de lado y 1´10 de
anchura en sus muros. Actualmente está adherido
a una casa como base de su cimiento.
Lo más importante de este enclave era el puente, posiblemente de origen romano, construido con grandes mampuestos y fortísimo calicanto de un solo ojo y que, en caso de peligro, se tapaba con una compuerta con lo que se remansaba el agua del río quedando totalmente impracticable y aislado del castillo[1] “Puente de un solo ojo de cincuenta pies de ancho y çincuenta pasos de largo, armado sobre dos piedras jabalunas y que pasan mucha madera de los términos de Alcaraz y de la villa de Sigura”. “En tiempo de las Germanías el bachiller Alcalá sentenció al capitán de los germanos que avía en Villarrodrigo a muerte por mandado del gobernador, los fijos y amigos de dicho capitán entraron en la fortaleza y mataron y robaron al dicho bachiller... y clavaron su cabeza en la dicha fortaleza”, nos relatan las Relaciones de Felipe II.
Lo más importante de este enclave era el puente, posiblemente de origen romano, construido con grandes mampuestos y fortísimo calicanto de un solo ojo y que, en caso de peligro, se tapaba con una compuerta con lo que se remansaba el agua del río quedando totalmente impracticable y aislado del castillo[1] “Puente de un solo ojo de cincuenta pies de ancho y çincuenta pasos de largo, armado sobre dos piedras jabalunas y que pasan mucha madera de los términos de Alcaraz y de la villa de Sigura”. “En tiempo de las Germanías el bachiller Alcalá sentenció al capitán de los germanos que avía en Villarrodrigo a muerte por mandado del gobernador, los fijos y amigos de dicho capitán entraron en la fortaleza y mataron y robaron al dicho bachiller... y clavaron su cabeza en la dicha fortaleza”, nos relatan las Relaciones de Felipe II.
CASTILLO DE LA ESPINAREDA
Los restos de este castillo se encuentran situados en un
promontorio cuidando el acceso al valle de Segura desde
los collados que contactan con el arroyo de Peñolite y el valle del río Beas, Cuerda de Beas. Su posición no es casual ya que no solo
domina todo el valle, sino que tiene comunicación visual directa con el
castillo de Segura de la Sierra ,
lo cual era útil para realizar avisos. Castillo poderoso de época musulmana,
con un complejo importante: consta de torre del homenaje y recinto amurallado.
Se aprecian restos de aljibe así como muros de viviendas del antiguo poblado
medieval.
Seguramente este enclave se viera despoblados tras la conquista cristiana de la zona.
Seguramente este enclave se viera despoblados tras la conquista cristiana de la zona.
EL CASTILLO DE VALDEMARÍN
Siguiendo la cuerda y paso citado se encuentran los
Valdemarines, conjunto de varios núcleos diseminados, donde estás el cortijo de
La Torre y
donde se conservan los restos del Castillo de Valdemarín embebido en el caserío
de la aldea resultando complicada su interpretación; el interior, casi sin
modificar y aunque no nos fue posible entrar, nos informaron ser muy
interesante ¿Podría ser más bien una casa fortificada?.
Además de estos enclaves, existieron
en el valle otros castillos de los que apenas quedan restos. Entre ellos están
los del Castillo de Altamira, del que subsiste una torre entre el caserío,
habiéndole cogido parte de sus muros una de las casas adjuntas. Cerca de
Cortijos Nuevos se encontraban las ruinas de la torre de Gutamarta, muy fuerte de calicanto, algo derribada por
algunas partes. Un castillo en Catena questá
a la parte de poniente, una legua de Sigura, tiene edefiçios de casas caydas y
castillo. A la parte norte a quatro
leguas de Sigura, esta el castillo de Çalfaraz ques edefiçio muy fuerte e
muestra aver sido en otro tiempo población, porque ay casas caydas, según
nos lo describen las Relaciones de Felipe II en el siglo XVI. Actualmente no
quedan ningún resto, puesto que se despobló, y desapareció la población
musulmana tras la conquista.
CASTILLO DE CARDETE
Por
las proximidades de Cardete, junto a la carretera de La Puerta-Siles a la
derecha del Guadalimar y al pie de Sierra Oruña estaba el Castillo de Oruña;
ubicado sobre un importante yacimiento arqueológico ibero-romano donde se
encontró una lápida romana con dos inscripciones mortuorias.
Sobre un cerro
próximo a la aldea de las Fuentes, en término de Benatae, se encarama la Torre de las Fuentes. Era
una atalaya de vigilancia, en el camino que va de Torres a Onsares, dominando
parte del río Guadalimar. Su construcción en material de mampostería, mal
ripiada, recubierta de tapial, su estado es de ruina progresiva (no me ha sido
posible la localización de ambos).
TORRE DE BENATAE.
Este
topónimo sin duda es de origen árabe que puede derivar de Ben Atha “hijo del
agua”, en relación a las fuentes que hay en sus tierras, o de la partícula Ben Ibn
Situada a las haldas de la sierra de Peñolta, Sierra Oruña, valle de Segura,
entre llano y algunos pequeños montes. La visita de 1498 nos relata lo
siguiente: E luego, los dichos visytadores
continuando su visytación visytaron vna torre, que esta en la dicha villa, la
qual es muy alta de tapias de formigon mal reparadas, la qual tiene tres
suelos. Esta dicha torre tiene delante vna barrera de tapias e mas adentro otra
barrera de hormigón mal reparada. Tiene al pie de la dicha torre vn quarto de
aposentamiento en que ay vna sala e dos palaçios e vna cosina, todo fecho
acolgadizo e mal reparado. Posiblemente esta torre corresponda a la actual
torre-campanario de la iglesia parroquial
ORCERA
Antigua arrabal de Segura, tenía una torre, según mencionan los
visitadores de la Orden ,
de la que no se conserva nada; aunque hay quienes afirman ser esta la que
corresponde a la torre-campanario de la Iglesia parroquial.
TORRES DE SANTA CATALINA
Próximo
a Orcera se encuentran tres torres llamadas de Santa Catalina, título que
recogen de una ermita que existió en el entorno dedicada a Santa Catalina.
Estas torres o atalayas eran eminentes fortificaciones que vigilaban el
intrincado paisaje de colinas que ocultarían la vista a posibles incursiones
enemigas; cinturón defensivo de Segura y refugio de agricultores en momentos de
ataque. Relacionadas entre sí unos trescientos metros, son de forma
troncocónica, planta rectangular y unos catorce metros de altura, de gruesos
muros de calicanto con una serie de saeteras vaciadas al interior y coronadas
de almenas, albergaban tres plantas. La más cercana a Orcera, según autores,
por sus dimensiones, menor altura y mayor volumen, era un castillo rodeado de
una cerca. Tanto por sus formas como por los materiales, similares a las de
Peñolite, están datadas de época beréber, almorávide o almohade.
No tenemos ningún texto que nos
permita saber la fecha de su construcción; pero algunas fuentes nos hablan de la Tavara fenicia, la Oróspeda griega, la Tader romana, Altum Castrum,
al final de época romana y la
Yabal Šaqūra, de época musulmana.
Estos últimos parece ser que
ocuparon este enclave casi desde los primeros momentos de sus conquistas
hispanas, dado el gran valor estratégico desde el que controlar el valle.
Segura fue escenario de los encastillados que tomaron parte en la revuelta de
muladíes contra el emir de Córdoba, Abd Alláh. En el siglo XI Segura adquiere
gran importancia al convertirse en un pequeño reino de Taifas, y en el siglo
XII en el señorío de Ibn Hamušk, señor de Šaqubuš
(Socovos) tras rebelarse con los almorávides. Administrativamente, Segura era
un iqlim dependiente de la kora de Ŷayyān (Jaén).
Textos de geógrafos e historiadores árabes nos hablan de
Segura con diferentes elogios: al-Zuhri “Junto a la montaña de Fary al-Daylam
se encuentra la montaña de Segura llamada Ibliz, poblada de fortalezas,
castillos y alquerías y muy rica en plantas y árboles frutales”. Idris ben
Abdallah, “Segura es un fuerte habitado como una villa, situado en la cumbre de
una montaña muy alta y escarpada. Los edificios son bellos”. Allahomar dice
“Segura es un fuerte que es como una verdadera villa muy poblada en el pico de
una montaña con laderas muy escarpadas y bien construida”. Al-Mahalli, “En la
cumbre de la montaña está la villa de Šaqūra la más inexpugnable de todas las
villas de España”. Así lo muestra los baños públicos de la villa, como los de
la propia fortaleza.
Con la
conquista del territorio y el establecimiento de la Orden de Santiago probablemente haría necesaria la reconstrucción
de la fortaleza y la construcción de un convento y de una iglesia dentro de sus
muros, con lo que la importancia de Segura creció considerablemente. Según las
distintas visitas que la Orden realizaba
periódicamente a la
Encomienda de Segura nos hablan de la villa, que estaba
cercada de murallas y torres, de calicanto, a la que se accedía por cuatro
puertas: Gontar, Orcera, Nueva, y Catena; esta última tiene forma de recodo, al
igual que la de entrada a la fortaleza, para mejor defensa y dificultar la entrada
de enemigos.
Puerta de Gontar, Puerta de Orcera, Puerta Nueva y Puerta de Catena respectivamente.
La fortaleza de Segura, sobre las bases de época musulmana, los Caballeros dela Orden de Santiago reconstruyeron el castillo en el primer
cuarto del siglo XIII adquiriendo un estatus legítimo. Aprovechan y remodelan las estructuras adaptando a
sus necesidades militares con un diferente estilo, el mudéjar, cuyo modelo
cogen del mudéjar toledano. Asentada sobre peña viva en una cuesta muy alta, para subir
a ella había que atravesar dos barreras o baluartes con sus puertas de pino.
El recinto cuadrado tiene una sola entrada, en recodo comola Puerta Catena , con una puerta
de madera de roble. Los muros exteriores están protegidos por seis torres, la
mayoría de ellas rectangulares y una
circular que sirve de refuerzo y comunicadas entre sí por un adarve. La “Torre del Homenaje”,
que es cuadrada como una plaza,
sobresale de las demás más grande y más impresionante. Esta construida en un
solo bloque de cierta altura. Tiene tres pisos con techo abovedado. Los tres
pisos están conectados por una escalera ahuecada dentro de los muros, su
colocación varia en cada piso y su construcción abovedada en ladrillo mudéjar
(algunas partes es similar a la escalera del castillo de Yeste) llevan hasta la
cubierta, terraza protegida con muros y almenas. Las ventanas abiertas son de
varios tipos: en la sala principal, son de arco de medio punto con cornisa
mientras que las otras están colocadas de dos en dos en todo el grosor del
muro, formando nichos que dibujan arcos
con forma de herradura.
La fortaleza de Segura, sobre las bases de época musulmana, los Caballeros de
El recinto cuadrado tiene una sola entrada, en recodo como
El castillo de Segura despues y antes de la restauración.
Tras pasar la puerta de entrada se accede al patio de armas donde se ubicaban varias dependencias, entre las que sobresalen restos de baños árabes y la capilla de Santiago.
Según
las mencionadas visitas, nos detallan
con minuciosidad todos y cada una de las partes de la fortaleza. Dado lo
limitado de este trabajo, solo mencionar que la fortaleza contaba con todo lo
necesario de uso militar: caballerizas, almacenes, mazmorras, armas: ballestas,
espingardas, borlatas para pólvora, cañones, cerbatanas, masaquines, salitre,
zurrones de pólvora, corazas, rodelas, capacetes, lanzones etc.
La
fortaleza en cuestión es un cerco irregular de muros con refuerzos, y conectado con un doble muro que desciende poco
a poco hasta unirse con las fortificaciones que rodean la ciudad. Como toda
fortaleza, contaba con una poterna por donde escapar en caso de peligro. Entre
este recinto se observan restos de otro aljibe. Tan inexpugnable fortaleza,
nunca fue tomada por la fuerza de las armas, sino mediante pactos, sumisión, entrega
o tras asedio, más o menos temporal, tanto en época musulmana como cristiana.
Será durante los siglos XVI y XVII, con la pérdida de su importancia
estratégica y militar junto el declive de las ordenes de los militares, el
castillo fue cada vez más abandonado (según ya informan algunas de las
“visitas”) y caería progresivamente en un estado de abandono para finalmente
convertirse en una enorme ruina.
En 1808, durante la Guerra de Independencia, a
pesar de la resistencia de los vecinos, la ciudad fue finalmente ocupada por
los invasores franceses que quemaron el archivo, destruyeron la villa y volaron
la fortaleza el día de su retirada. No solo con eso, el paso del tiempo y las
inclemencias naturales, unido a la mano del hombre que la utilizó como cantera,
la fortaleza era una autentica ruina. Gracias a la Dirección del Patrimonio
Histórico Español, se inician los medios para la recuperación de la fortaleza. Encargado
a la Dirección General
de Arquitectura, serán los arquitectos Francisco Pons Sorolla y Rafael Manzano
Martos los autores del proyecto de reconstrucción. Los trabajos se llevaron a
cabo entre los años 1964 y 1968 y su coste total fue de 5 938 929 pts . (35
693.68 €).
En
los últimos años del siglo XX se realizaron en la fortaleza y villa otros
estudios arqueológicos y restauración, con más o menos acierto. Actualmente, la Fundación “Patrimonio
Sierra de Segura”, y otras instituciones, han llevado a cabo un proceso de
reestructuración y puesta en marcha de un centro de interpretación “Segura de la Sierra. Tierra de
Frontera” que, según los espacios temáticos inspirados en las descripciones de
los “visitadores”, nos aproximan a lo
que fue en su momento la importancia histórica de Segura.
III. SALIDA DEL VALLE.
CONTINUACIÓN CAMINO DE LOS CARTAGINESES
Este Camino de los Cartagineses,
que llegando al extremo de la provincia de Jaén, Siles, penetraba en el actual
provincia de Albacete donde se ubicaban los siguientes enclaves:
CASTILLOS DE PEÑAFLEITA, TASCA, PEÑA HORADADA
Antes
de llegar a Siles, frente al cerro de Cabeza Grande y a unos 150 mts. antes del
puente sobre el Guadalimar, sale un carril que sube por terreno muy accidentado
de la Sierra
del Calderón, que corresponde al nuestro “Camino de los Cartagineses” o “Camino
de Andalucía” , continuando por la
Peña del Cambrón (restos arqueológicos ibéricos y romanos),
que estaba vigilado por los castillos de Peñafleita, Tasca y Peña Horadada.
Del castillo de Peñafleita solo
quedan varios lienzos de muralla construidas en mampostería y recubiertos de
tapial. Recinto rodeado de un gran foso natural, por lo que originariamente
dispusiera de un puente de madera que facilitara su acceso. A la espalda del
castillo se encuentran restos de viviendas de lo que debió ser su población.
Del castillo de Tasca, solo subsiste
un pequeño lienzo de muralla, construido, también, en mampostería y recubierto
de tapial, en estado de ruina progresiva. En sus inmediaciones se localizan dos
importantes yacimientos ibéricos.
Peña Horada, situada en las faldas
del cerro, hubo otro recinto fortificado.
Pertenecientes a la cora de Ŷayyān
(Jaén), posiblemente tomaron parte de los encastillados rebeldes ante el emir
de Córdoba, Abd Allah, durante la revuelta muladí dirigida por Omar Ibn Habsun
y que, posteriormente, fueron sometidos por Abd al-Rahman III originando su
decadencia. Para algunos autores fueron edificados a raíz de estos hechos.
FORTALEZA DE SILES
La
fortaleza de Siles ejercía, junto a los citados castillos, un estrecho control
en los caminos de Levante y en este de los Cartagineses.
Construida en tiempos del emir
Abd al-Rahmam II (846), primero como una torre militar junto al de al-Kutyya
(Cotillas) y, muy posiblemente, sobre otra construcción de época romana, con el
objetivo de mantener la seguridad del
trayecto que unía al-Karas (Alcaraz) y
Šaqūra (Segura). De su importancia ya nos habla el último rey zirí de Granada
en sus interesantes “memorias”.
El recinto tenía forma de
rectángulo con torres en cada uno de sus ángulos y en uno de ellos se ubicaba la fortaleza
principal. Hoy se conserva lo que fuera
torre del homenaje, conocida como El Cubo por su forma cilíndrica; esta tiene
unos 27 mtrs. de altura, sus muros son de unos 2´65 mtrs. y en su interior
albergaba dos espaciosos aposentos. Exteriormente una escalera que partiendo de
la base comunica con el aposento superior, muy espacioso, con bóveda gótica y
nervios de crucería. Toda la torre trabajada en obra de mampostería, con mucho
material de cal, es obra eminentemente cristiana, del siglo XIV, construida
sobre lo que hubiera de época musulmana.
Siles fue conquistada por los
caballeros santiaguistas en el año 1242. En el verano de
1339, Siles sufre un ataque de parte de los musulmanes de Granada. La batalla
que se libró en el lugar conocido como La Loma , fue cruenta pero ganada por los cristianos.
Esta fortaleza, desprotegida ya que carecía de cerca, quedó muy dañada. Por
estar en terreno más llano, y más accesible, no sería este el único ataque de
los musulmanes. Es por lo que en 1397, ante la petición de los vecinos de
Siles, el maestre Lorenzo Suarez de Figueroa, en consejo de los Treze, deciden
concederle a Siles no solo separarse del concejo de Segura dándoles el mismo
fuero sino, además, conceder que se estudie y realice la construcción de una
cerca, la cual se construirá ese mismo año, siendo revisada por dicho Maestre,
en 1403.
EL CASTILLO DE COTILLAS
Aunque este castillo esté fuera
de los límites de esta provincia, hemos creído conveniente englobarlo en
nuestro trabajo como parte de esta importante vía.
Entre Siles y Riopar nos
encontramos con el estratégico castillo de al-Kutyya (Cotillas), en la
actual provincia de Albacete. Su nombre significa “la colina”. Ello está
perfectamente aplicado ya que en esta colina se ubicó un magnífico castillo, no
solo por su enclave y dominio del territorio sino por su construcción, como se
puede apreciar en sus restos. De su exterior quedan interesantes lienzos de
murallas y torres; trabajadas en obra de cantería, la parte inferior, y de
calicanto la parte superior. En su interior quedan restos de lo que fuera la
torre del homenaje; obra de piedra en mampostería con revestimiento de argamasa
y calicanto en su interior que albergaba varios aposentos; también se aprecia
lo que fuera el patio de armas así como un gran aljibe. Todo esto nos pone de
manifiesto que fuera construido y ocupado en distintas fechas. Conquistado en
1244 por los caballeros de la
Orden Militar de Santiago quedando bajo la dominación directa
de la Corona
de Castilla tras la conquista de Alcaraz, en 1213, por Alfonso VIII de Castilla.
En el siglo XV, fue una de las cinco villas donadas al comendador de Segura,
Don Rodrigo Manrique, tras la conquista de Huéscar a los musulmanes, en 1434.
CASTILLO DE TORRES O DE LA YEDRA
Este castillo musulmán se
construyó en la cumbre de la montaña de El Romeral, cuya cota más alta es El
pico de la Alberca
(1145 mtrs.), en lugar estratégico de zona alta y escarpada de difícil acceso,
con almenas y defensas circundantes de gruesos muros de piedra mezclada de
mortero de calicanto, como pueden apreciarse en algunos restos.
Por ser codiciado este enclave estratégico, que dominaba las vías de comunicación entre los enclaves del iqlim de Segura y
IV.
CAMINOS DE LEVANTE AL VALL DE SEGURA
Pasado Torres de Albanchez
y subiendo al Collado de los Yesos, del monte Picazzo (1294 mtrs.) desde
donde se divisan los llanos de La Mancha por donde discurre el Camino de
Levante y las comunicaciones con los Caminos del Norte, está el paso de comunicación entre Génave y Villarrodrigo. Cogiendo la bifurcación de la
derecha en dirección a Bienservida y
Alcaraz (al-Karas, el Cántaro), se llega a:
VILLARRODRIGO
Conquistada
por los cristianos, en 1235, en pugna con el poderoso Concejo de Alcaraz, pasó
a manos de la Orden Militar
de Santiago englobándola a la
Encomienda de Segura de la Sierra. La antigua Albaladejo era lugar
dependiente de la villa de Segura, la cual, en el siglo XV, don Rodrigo
Manrique la hizo suya quitándole la jurisdicción del concejo de Segura y
cambiándole el nombre por el de Villarrodrigo, causa que motivó un largo
pleito.
Tanto
las visitas de 1478, 1480 nos informan de una
torre de calicanto de muy buenos muros, con dos bouedas y una escalera de
calicanto hecha en caracol en el gordo de la pared de la dicha torre e vn
tejado de madera e tejas que cubre las bóuedas e gordo de las paredes por donde
van las aguas a vn pozo que esta en el dicho suelo. La visita de 1498,
aparte de darnos la misma información anterior, nos aclara que esta torre es del Conçejo de la dicha villa por
preuillegio, encima de la boueda alta un pretil e almenas en la qual avian
mandado los visytadores pasados al Conçejo reparar el tejado e vna puerta de la
dicha torre, lo qual fallaron bien reparado. En el transcurso del tiempo
esta torre se haya ido remodelando hasta el aspecto que hoy vemos.
Actualmente encontramos en el centro
de Villarrodrigo una espléndida torre hecha de excelente mampostería, de color
rojizo, de planta cuadrada de unos 13´60 mtrs., cuya entrada los es a través de un arco de medio punto de
bien talladas dovelas. Solo conserva una sola estancia ya que a mediados del
siglo XX la torre fue desmantelada para reducirla a nivel de las casas del
entorno y rematada con una balaustrada. De propiedad particular, hace pocos
años fue adquirida por el Ayuntamiento cuyas autoridades han conseguido retirar
dicha balaustrada, adecuar el recinto para darle su esplendor histórico.
GÉNAVE
Geográficamente, Génave esta abierto
a los caminos que comunicaban con La
Mancha , Levante, Granada, y vall de Segura por el Collado de
los Yesos a Torres de Albanchez. Conquistado este pequeño asentamiento rural
musulmán, al mismo tiempo que Villarrodrigo y Torres, pasó a englobarse en la Encomienda de Segura de
la Sierra.
La actual torre,
conocida como Torre de la
Tercia , es obra cristiana perteneciente al castillo que
construyeran los santiaguistas entre los siglos XIII-XIV sobre el antiguo hisn musulmán. Según la visita que en
1468 hiciera Francisco de León, informa:
Ay otro lugar llamado Xenave, con otra torre muy buena que tiene dos bovedas de
calicanto donde se retraen los del lugar quando vienen los moros; sin
embargo, según la visita de 1498 nos informa: torre la qual es alta es de calicanto… fasta tres tapias de alto e
tiene sus puertas e çerrojo grueso e la pared es buena e entrando en ella esta
vn atajo de predia syn puertas en el qual esta vna buena camara de
aposentamiento y tiene la dicha torre tres bouedas vna sobre otra y en la
boueda mas alta tyene vnos arcos y ençima de la torre vn tejado bueno bien
reparado, y continua diciendo ser necesario reforzar con calicanto el
tejado porque los ayres quitan las tejas
e se pierde en caño por donde va el agua al aljibe.
Embutida dentro de dependencias del Ayuntamiento, es necesaria autorización para entrar. Según ciertos autores, esta torre presenta una planta cuadrada, de unos once metros de lado, cuyo interior se articula en dos pisos cubiertos por bóvedas de cañón apuntado.
TORRE DE
A unos tres kilómetros de Génave se encuentran las ruinas de lo que fuera
CASTILLO DE MATAMOROS
Desde la actual carretera N. 322,
casi coincidente con la
antigua Vía de Levante, se encuentran las ruinas de lo que
fue un castillo musulmán, conocido como de Matamoros. Edificado sobre terreno
tortuoso, solo quedan los restos de un muro de tapial y calicanto. Ubicado en
una finca particular en el actual término de La Puerta , ha sido consolidado
recientemente, y los naturales lo conocen como Matafría.
V. CAMINOS DE SILES AL
GUADALQUIVIR
Estos caminos trazados desde el valle, posiblemente desde época
musulmana, se adentraban en el interior de la sierra. Entre las
fortificaciones nos encontramos con:
CASTILLOS DE PUENTE HONDA O
PONTIHONDA, Y MORLES. CASA FUERTE DE LA HUETA
O GÜETA
Antes
de llegar al puente sobre el Guadalimar que da entrada a Siles, sale un carril
a la derecha que nos llevará a la aldea de Puente Honda o Pontihonda. En la
ladera del cerro de Bucentaina se ubican los restos del pequeño castillo de
este nombre. Edificado sobre dos piedras gemelas, se levantan dos torres unidas por dos muros, de los que apenas
quedan restos. Estas torres, de pequeñas dimensiones, presentan planta cuadrada
que albergan dos estancias, construidas en mampostería con saeteras. Por sus
características, este castillejo es de época cristiana mandado construir por la Orden de Santiago para
vigilar el camino que comunicaba con Siles y los enclaves de Bujarcaid y Bujaraizar en el Guadalquivir.
Es una aldea situada algunos
kms. subiendo por el mismo camino, en la que
existe lo que fuera una “casa fuerte”, identificada por la existencia de
unas saeteras en la parte inferior de sus muros. Las Relaciones de Felipe II
nos dicen ser “una dehesa de los Vazquez, vezinos de Syles”. Seguramente esta
“casa fuerte”, de época cristiana, sería para defensa del citado camino contra
enemigos o salteadores.
Posiblemente esta sería la ruta
que desde Siles, el día 3 de noviembre de 1434, iniciara Don Rodrigo Manrique,
junto con 200 hombres a caballo y 600 peones, llegando a Pontones, próximo al
nacimiento del río Segura, atravesara los Campos de Hernán Perea por un terreno
bravo y agreste, con montañas entre 1.500 y 2.000 mtrs. para ir a la conquista de Huéscar, a donde
llegaron el viernes 5, a
media noche, después de recorrer unos 150 km . de distancia.
EL CASTILLO DE MORLES.
Situado en las inmediaciones de Siles por el paso natural del río
Morles. Algunos autores creen se edificara después de la campaña de
pacificación que Abd al-Rahman III llevó a cabo en 913 contra los rebeldes
encastillados muladíes. Lo que subsiste de este castillo es un pequeño lienzo
de muralla construido en mampostería y recubierto de tapial. A la espalda del
castillo se encuentran restos de viviendas de lo que debió ser su población, la
cual desapareció tras la conquista cristiana.
VI.
CAMINO COLLADO DE LOS ALMENDROS
Situándonos en la época bajo-medieval uno de
los caminos históricos era el conocido como COLLADO DE LOS ALMENDROS que comunicaba Cazorla con
Segura de la Sierra ,
el cual iba entre ambas Sierras paralelo al río Guadalquivir. Este camino
estaba vigilado por la Torre
del Vinagre, construida en material de calicanto. Actualmente en su lugar se
ubica el Centro de Interpretación de la Naturaleza. Siguiendo
aguas arriba del Guadalquivir nos encontramos con los enclaves de:
CASTILLO DE BUJARAIZAR, TORRES DE
BUJACARDIN Y AMUSGO
Subiendo aguas arriba se encuentra el castillo o Hisn
Burg-al.-Arid (Bujaraizar). Levantado
sobre una suave colina queda en una isleta sumergida en las aguas del pantano
del Tranco, pero cuando descienden las
aguas se puede alcanzar el castillo a pie enjuto. Esta construcción defensiva
consta de un recinto exterior poligonal y una pequeña torre del homenaje. Todo
está construido en hiladas de menuda mampostería con mortero de cal. En 1494, la Encomienda de Segura de
la Sierra
poseía acá una dehesa. Años más tarde, en 1575, por enajenación y pleitos, el
castillo y la dehesa eran de Gonzalo de la Peña por concesión real. Más arriba se forma otra
isla mayor, llamada Cabeza de la
Isla , donde se encuentran los restos del castillo o Hisn Burg-al-Cadi (Bujarcayd o Bujacardin)
que fue más bien una torre vigía de la fortaleza de Hornos; construida en
calicanto y mampostería.
Según las Relaciones de Felipe
II “a la parte del mediodía, a çinco leguas de Sigura, hay otro castillo muy
fuerte porque esta fundado sobre una peña a la parte de las Guadamulas, que se
llama Peña Hamusgo”, en el arroyo de Aguamulas.
Al norte del castillo de Bujaraizar, el camino se
bifurcaba en dos ramales: el 1º iba en dirección a Beas, con
encomienda propia, que merece un estudio aparte, donde se ubicaba una alcazaba
o castillo, en el que actualmente se ha
creado un centro de interpretación. El 2º ramal subía en dirección
noroeste y cruzando el río Hornos, afluente
del Guadalquivir, iba a la villa y al hisn
Fornus (Hornos), que pertenecía al distrito de Segura.
Conjunto
fortificado con la muralla que encerraba población la fortaleza. Edificado
por los musulmanes sobre un conjunto rocoso, posiblemente sobre asentamientos
muy antiguos, desde el que se domina el valle del Guadalquivir y las vías de
comunicación, fue conquistado, en 1239, por el maestre de Santiago, don Rodrigo
Yñiguez, siguiendo su intento de penetración hacia el sur para aislar el reino
de Murcia cuyo rey Ibn Hud habia sido asesinado en 1238, consiguió la posesión
de Hornos “quod es in frontaria de Segura”; de aquí el error en las Relaciones de Felipe II que atribuyen la
conquista “a
un maestre de Santiago, que se decía Pedro Pérez Pelay Correa”, cuando este no
fue Maestre hasta las últimas décadas de 1242.
Lo más destacable de este conjunto, según la visita de 1498, es:
Fue
en Hornos, donde tuvo lugar el enfrentamiento entre los enviados de don Álvaro
de Luna, que ostentaba el cargo de Maestre de Santiago, cargo al que aspiraba
don Rodrigo Manrique, comendador de Segura, que se creía con más derechos; de
aquí su rebeldía. Luchas nobiliarias enfrentaron a los partidarios de Juan II,
a los del príncipe don Enrique y a don Álvaro de Luna; este mando ciertos
nobles contra don Rodrigo declarándole guerra cruel. Es por esto que don
Rodrigo, ayudado por vecinos de Hornos y por su hermano don Gómez tendió una
celada al Mariscal Diego Fernández de Córdoba, el cual cayó en dicha celada
teniendo que huir al ser vencido.
VII.
CAMINO EN EL VALLE DEL RÍO SEGURA
En el Valle del Río Segura, a
medio día y levante de Segura, existieron en época musulmana numerosos poblados
y aldeas: Tobos, Marchena, Marchenica, La Muela etc., algunos de ellos con fuertes castillos
o torres, entre los que citamos a:
El pueblo de Góntar, aunque perteneciente a Albacete, forma parte de este trabajo por su
proximidad a la provincia de Jaén y situación en la margen derecha del río
Segura, cercano a la confluencia con el río Zumeta. Topónimo que, según don
Modesto Vigueras es de posible origen germánico, contaba con una torre o
castillo construido sobre un promontorio estratégico que controlaba el camino
de Yeste a Segura.
Por los restos que se conservan en las afueras de la actual aldea, parece ser una torre circular con muros de calicanto. Un estudio arqueológico precisaría este dato.
Por los restos que se conservan en las afueras de la actual aldea, parece ser una torre circular con muros de calicanto. Un estudio arqueológico precisaría este dato.
En
la aldea de Miller, nos encontramos con lo que fue un castillejo o Casa Fuerte.
Construida sobre un posible enclave musulmán, se alza sobre un promontorio
rocoso para la defensa localizada en uno de los pasos estratégicos hacia el
interior de la Sierra
por el valle del río Segura, y el paso natural del río Zumeta. Si fue útil para
los musulmanes, lo
será mayor para los santiaguistas para el control de bandidos y almogávares que rondaban aquella zona de
frontera con Granada y Murcia durante los siglos XIII al XVI. Del edificio original apenas se conserva una torre y una muralla de unos 40
mtrs. de longitud por 6 mtrs. de altura del paramento exterior, poco
perceptibles, que cierra el caserío hacia la vertiente del río Segura, quedando
el resto muy enmascarado por los edificios adosados a la construcción
primitiva.
LAS GORGOLLITAS
Siguiendo aguas arriba del río
Segura, a la izquierda se encuentra la aldea de Las Gorgollitas, donde hubo
otro castillo musulmán o una torre óptica, solo quedan restos de su ubicación,
lo cual no me fue posible su localización cuando visité la aldea.
La
importancia histórica de Gorgollitas, la árabe Furgalit
perteneciente al Iqlin de Shaqura de
la cora de Jaén, Ŷayyān, es la de ser cuna de Abu Abd Allah b. l-Jisal, en el año 465/1072.
Gran personaje que, emigrado a Córdoba, destacó no solo como político, puesto
que sirvió en la corte como katib
(secretario), sino como poseedor de múltiples conocimientos en todas las ramas
del saber, sabio, inteligente, maestro de toda clases de ciencias y un gran
poeta, escribió varias obras. Durante la finna
de Córdoba contra los almorávides murió asesinado por los beréberes
Masmuda, el año 540/1146.
IV. TÉRMINOS DE CONSTRUCCIONES MILITARES.
Como decíamos anteriormente,
esta comarca, por su situación fronteriza en muchas ocasiones, estuvo poblada
por una serie de fortificaciones que definiremos someramente:
ALCAZABA—Del árabe al-qasaba. Era una
potente fortaleza de la España
musulmana. Se edificaba en lugar favorable e iba unida por un extremo a la
muralla de la ciudad; en el interior solía estar el Alcázar o palacio.
ALMENA—Cada uno de los prismas que
coronan los muros de las fortalezas o castillos, para resguardarse en ellas los
defensores.
ASPILLERA—Abertura larga y estrecha en un
muro para disparar por ella las flechas.
ATALAYA—Torre, normalmente prismática o
troncocónica, de varios pisos, alzada en lugares de gran visibilidad en las
tierras fronterizas. La atalaya ofrecía un refugio precario y enlazaba con las
poblaciones fortificadas para formar una red que permitía proteger con rapidez
las alarmas y los avisos sobre las actividades hostiles del enemigo [2] Tanto las
atalayas como las torres vigías se enclavaban en cerros prominentes; tenían sus
guardas y escuchas, de día y de noche, que avisaban según la contraseña (humo o
fuego), y para vigilar los caminos.
CASTILLO—Edificio fortificado de un
jefe, señor, noble o rey. Es un complejo militar, dependiente de la
fortaleza y vigilante de ella. Asentado
generalmente o casi siempre en lugar dominante. El objetivo principal del
castillo era asegurarse de que una
fuerza atacante no pudiera hallar base
ni asidero a lo largo de las murallas que podían tener de 3 a 8 metros de ancho. Todas las partes arquitectónicas, pues, del
castillo tenían su función de defensa
contra el enemigo siendo la puerta el
punto más vulnerable; se la protegía
bien de una barbacana (el castillo de Segura contaba con más de una),
obra avanzada compuesta de una o más torres. Si los atacantes lograban ocupar
la barbacana, tenían que salvar la puerta, que a veces tenía su rastrillo, encima de la cuál a
través de los matacanes podían arrojar aceite, agua y pez hirviendo, piedras o
cualquier otro material.
FORTALEZA—Ciudad amurallada, con la alcazaba o recinto fortificado que según su
naturaleza recibe distintos nombres como castillo, fortín, ciudadela, fuerte
etc. El concepto de fortaleza implica
una idea de continuidad en las
obras y de defensa en todos los sentidos.
MERLÓN—Cada uno de los trozos de parapeto que hay entre tronera y tronera
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FUENTES DOCUMENTALES
AHN. OO.MM, libro, 1069
MARÍA
BALLESTEROS LINARES
LICENCIADA EN
GEOGRAFÍA E HISTORIA
GRANADA, 2007
3 comentarios:
Hola, muy interesante el artículo. Tengo varias dudas respecto al mismo. Concretamente sobre la fundación de Siles que se dice en torno a mediados del siglo IX, y posiblemente sobre restos romanos, ¿de dónde sale esta información?, y en cuanto a los castillos de Peñafleita y Tasca, ¿qué autores son los que dicen que se fundan después de la campaña contra los muladíes?
Saludos.
Le plantearé las dudas a la Autora.
El mantenedor
Hola, supongo que consultando la bibliografía podrá encontrar esas fuentes. No obstante, si disponde de alguna información contraria a la expuesta en el artículo, sería interesante publicarla para que todos podamos colaborar en la investigación.
Saludos.
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