Las lluvias de finales de verano nos traen a los serranos la esperanza de poder realizar una de las actividades mas placenteras de las que todavía podemos disfrutar: salir al campo a buscar guíscanos.
Se supone que los conoces y sabes distinguirlos de setas y otras cosas parecidas. Cuidado con esto porque, en caso de comerte lo que no conozcas bien, puedes tener un problema serio, pero serio.
Bien, si lo tienes claro, debes tener más claro a donde dirigir tus pasos para tal menester porque si preguntas a alguien que hayas visto con una canastilla de guíscanos, vas apañao.Se supone que los conoces y sabes distinguirlos de setas y otras cosas parecidas. Cuidado con esto porque, en caso de comerte lo que no conozcas bien, puedes tener un problema serio, pero serio.
- Poráy, en esas sierras.
Esa será la respuesta mas concreta que recibirás. Así que ya sabes.
De todas maneras te vamos a dar alguna pista. Los guíscanos se crían en el monte donde haya pinos y, por consiguiente, pinocha. En sitios umbríos y poco soleados puede que encuentres alguno. Tras unas cuantas vueltas y mas vueltas y siempre con mucho cuidado con caerse o resbalar, puede que consigas la cantidad de guíscanos que habías pensado recoger. Si es así, enhorabuena.
Si no es así, al menos consuélate con el rato de ejercicio que has hecho. Otro día vas a otra parte de la sierra a ver si hay mas suerte.
Supongamos que has conseguido una cantidad suficiente para sentirte satisfecho. No solo satisfecho sino orgulloso de esa canasta que casi has llenado. Te sugerimos que te hagas una foto con el móvil para enseñarla a los incrédulos que los hay y en cantidad.
Y ahora un nuevo problema aunque de escasa entidad. ¿Qué hago con tanto guíscano?
No seas tacaño y repártelos entre la familia y amistades para que todos disfruten. Ya sabes aquello de que la felicidad compartida es doble. Pues eso.
En fin, para terminar, unas cuantas sugerencias de cómo disfrutar de este exquisito manjar.
Los puedes preparar de muchas maneras, veamos:
Crudos, bien lavaditos y en ensalada.
A la plancha con un granito de sal y una gotita de aceite.
Asados en ascuas suaves.
Fritos aunque no mucho.
En salsa con unos ingredientes que no le maten el delicioso sabor, sino mas bien que se lo realcen.
En un sensacional ajo de harina.
En un buen arroz.
Con un exquisito potaje de habichuelas blancas.
En lonchas y en tortilla. Etc…
Si optas por no salir a buscarlos sino que los compras en alguna tienda o a algún vecino, míralo bien antes porque los precios varían mucho.
Otra opción y que te quita de gangarreras, es la de pedirlos de tapa o en ración en nuestros bares. En toda la sierra los ponen muy pero que muy bien hechos. En unos sitios mejor que en otros, claro. Si lees esto y conoces algún sitio donde los pongan para chuparse los dedos, por favor, dínoslo con un comentario. Gracias.
Si quieres saber casi todo sobre los guíscanos visita la siguiente web del gran Tomás http://www.cortijosnuevos.com/niscalos.htm
De cualquier manera, que los disfrutes y buen provecho.
3 comentarios:
En el bar El Cruce de Cortijos Nuevos, la mujer de Teo los prepara de ensueño.
Todavía no hay ninguno y ya se me está haciendo la boca agua. Por cierto, no sabía que se podían preparar de tantas maneras.
Este año parece que los vamos a poder probar de todas ellas.
Hasta va a haber para mandarlos por camiones a nuestros paisanos en otras comunidades como ya ocurrió hace un tiempo. Y los que los recogen se puedan ganar unos eurillos. ¡Salud y a disfrutarlos!
Otras dos formas de preparar los guíscanos con todo su jugo y sabor, sería al horno y en microhondas, con un poco de aceite y sal, y por supuesto echar limón al comertelos.
Pedro Bojas.
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