Capitulo 5:
La literatura de tradición oral
Decía Antonio Machado: "Mis romances no emanan de las heroicas gestas, sino del pueblo que los compuso y de la tierra donde se cantaron". Ocurre que el pueblo, aun haciendo suya y popularizando la obra culta de cualquier autor consagrado, no suele alterarla con su difusión y es fiel a su reproducción original; sin embargo, la literatura que el pueblo considera propia por pertenecer a su tradición, queda sometida a los vaivenes de la imaginación y del ingenio y a las necesidades expresivas de la colectividad autónoma autora de sus variantes, siendo por tanto y esencialmente su carácter oral lo que aglutina a toda la denominada poesía popular.
Pero esa literatura de tradición oral está en extinción. Las causas de esta desaparición paulatina hay que buscadas en el desarrollismo tecnológico y en el alarmante consumismo que dominan la sociedad post-industrial. Ambos factores han provocado emergencia de nuevos modelos y modas socio culturales con los que la literatura de tradición oral no puede competir. Esta orientación utilitarista y consumista produce dos características: la uniformidad cultural y el individualismo a ultranza. El ejemplo más claro está en el juego, sobre el que inciden poderosamente la ley social del mercado, la uniformidad cultural y el individualismo excesivo. Así del juego tradicional, desde los de acción y motricidad hasta los de sorteo, en los que intervenían varios participantes, se ha pasado al juego dominado por las nuevas tecnologías.
La literatura de tradición oral, desde el punto de vista sociocultural, nos permite conocer una visión enraizada con los orígenes culturales de cada pueblo y concita una intención integradora y socializadora ya que posee la función social de reunir, recordar y hacer participar como actores a los transmitentes: estos productos pertenecen a toda la comunidad, se elaboran anónimamente y se reelaboran cada vez que alguien recita un romance, canta una copla y narra un cuento.
Hemos dicho que no queremos hacer una oda al pasado (bondad) contraponiéndolo al presente (maldad) como en algunos de estos trabajos subyace. En concreto, del análisis de contenido de los temas de la literatura de tradición oral y, en particular, de las coplas se desprende toda una visión de la estructura rígida de estas sociedades donde el sometimiento al poder, la obediencia ciega y el maltrato y la vejación a la mujer queda bien patente. En otro sentido, también se destacan en estas coplas una fuerte componente erótica y anticlerical.
Cabe destacar en estas largas conversaciones que hemos mantenido y mantenemos, en horas y horas de grabación, dos mitos muy asociados que dominan la imaginación y la fantasía serranosegureña. Nos referimos a las abundantes referencias a tesoros de oro y a su relación con los moros, época mítica y mágica para el serrano.
5.1. TRABALENGUAS.
El trabalenguas "es como un juego de obstáculos idiomático", dice Carmen Bravo Villasante. ¡A ver quien corre más, sin tropezar en la palabra con trampa!. Trabando para destrabar que diría el viejo maestro.
No hay quien me gane a decir
tres veces ocho de maña:
ocho, trocha, corcho y caña.
Caña, ocho, trocha y corcho.
Cómo me las maravillaría yo
para subir la cuesta de
La chimenea abajo
baja un culo y un queso.
Beso el queso y dejo el culo.
(El trabalenguas está en decido muy deprisa muchas veces sin equivocarse y decir beso el culo.
5.2. COPLAS.
Las coplas son una inmensidad las que hemos recogido, seguramente que muchas no son específicas de la zona ya que las influencias en los últimos cuarenta años ha sido grande: radio, televisión, orquestas, viajes, emigración, turismo, etc. Adoptamos un criterio: que mencionen algún concepto, topónimo o palabra que haga referencia a la sierra. Las primeras son de referencia a lugares serranos.
La primera es una relación de los tatarabuelos de los actuales habitantes de la zona. En ella se relatan sus lugares de procedencia así como sus nombres:
(Lo recita y explica el hermano Miguel, de
De Los Fresnos, Militroncho; (el bisabuelo de mi madre)
de Cabeza Gorda, el Ciego; (hermano del abuelo Miguelete, mi compadre.
de Los Torcales, Mandiles; .
de Los Regajos, Gajuerro;
de
Entrando esos ríos abajo,
con Calzas, el Molinero,
estaba Miñique, el Sastre,
que a tos nos cuesta saberlo.
Estaba
los guevos de un perro galgo....
Prao Maguillo tente tieso
que Los Anchos ya cayeron
y hay tienes a Majá Oscura
más firme que el mundo entero.
Ontiñana y Los Parrales
y el cortijo
Hornos y Caña Morales,
Cortijos Nuevos y Orcera,
Cantaor que tanto cantas
dime cuántas arrobas son
En el Pilar del Duque
canta un vaquero
y se oyen las voces
en Poyotello.
En Pontones no hay reló
ni carretera, ni plaza,
ni calle que quepan dos
ni chavalas de arrogancia.
En
ha ocurrido una desgracia
se ha muerto la picaera
y está de luto la maza.
Las mozas de
sienten la yerba nacer
y las de
la pisan y no la ven.
Las mujeres de
para dormir al chiquillo
en vez de cantarle el coco
le cantan un fandanguillo.
Las mujeres de
cuando se van a dormir
se dejan el culo fuera
para apagar el candil.
Qué tienes en ese pecho
que tan buena olor me da.
Son dos naranjas murcianas
mete la mano y verás
parece que son hermanas.
Aquel que tiene una novia
y con ella no se casa
hace cuenta que ha trillao
una parva por la paja
y el aire se la ha llevao
Yo quisiera ser mochuelo
con el pico retorcío
que no tener una novia
que con otro haya dormío
Yo quisiera ser mochuelo
y cantar en un majano
que no tener una novia
y que otro le meta mano.
Vale más una serrana
en medio de un chaparral
que venticinco del valle
en medio de un olivar.
Si tú te volvieras liebre
en junto de una verea
y yo me volviera galgo.
¡chiquilla! ¡Qué polvarea!
Tienes el chucho de arroba
los labios de a cuarterón
los pelos de a cinco metros
¡Hay que chuchaco señol!
Toda la noche me tienes
de pechos en tu ventana
y no eres pa decirme
toma una tetica y mama.
Tu madre tuvo la culpa
por dejar la puerta abierta,
yo por meterme dentro
y tú, por estarte quieta.
Tengo una novia en
entre carrascas y robles
cada vez que voy a verla
dice que me quiere doble
Tienes una cinturita
que anoche te la medí.
Con vara y media de cinta
catorce vueltas te dí
y la cinta de mi burra
te vino tarín marín.
Tontería tienen tus padres
de echarle puerta al corral
si te has de venir conmigo
por la puerta principal.
Una serrana me debe
medio duro, medio duro
ella me lo irá pagando
con el salero del mundo
Yo vide raso y llover
tronar y ponerse oscuro
retirarse mi querer
cuando lo tenía seguro.
Domingo, mañana lunes
principio de la semana.
Antes que llegue otro lunes
has de dormir en mi cama
delante de mi te esnúes.
Dame ya la sartenilla
la que tienes junto al culo
para freír unos huevos
y de longaniza, un tarugo.
La noche que me casé
pensaba que me moría
así que me arregosté
hasta los guevos metía.
Los hombres son las moscas
y las mujeres la miel
y ahora estamos los viejos
que no nos dejan lamer.
Tengo un hambre, tengo un hambre
me comiera, me comiera
todo el pan de este cortijo
y también la cortijera.
El querer que te tuve
fue aceitunero.
Se acabó la aceituna,
ya no te quiero.
Mi madre me pega palos
con la cola de una oveja.
¿ cómo quieres que te quiera
si la cola no me deja?
El alacrán con su seno,
y la víbora venenosa,
tienen el mismo veneno
que la mujer que es chismosa
que envenena al mundo entero.
La mujer que es novalera
le pasa lo que al dinero
que en andando en muchas manos
se le borran los letreros
y a ti se te están borrando.
Tienes andares de pava,
contoneo de perdiz,
ojillos de enganchadora.
No me engancharás a mí.
Tienes el chucho de oro
la pepitilla de plata
y el que se case contigo
la tié que tener de hojalata.
Y estás como la veleta
que se cría en Andalucía
que después de ser veleta
eres tonta, presumía
chinchorrera y alcahueta.
A la sierra he de ir
aunque me yele de frío
a traerme una serrana
a la orillita del río.
En el campo hay una hierba
que se llama carmelita.
La perdición de los hombres,
son las mujeres bonitas.
En la raya de tu pelo canta
y replica un canario
y se baja por tu frente
a beber agua en tus labios
como si fuera una fuente.
La mujer que se enamora
de la ropa y no del hombre
es una tonta perdía
porque la ropa se rompe
y el hombre es pa toa la vía.
Si una mujer quiere a dos
no es tonta por prevenía
si una vela se le apaga
la otra queda encendía.
Te tengo que dar más besos
en esa bonita cara
que guevos se necesitan
pa romper una campana.
Ya viene el carnavalillo
la fiesta de las mujeres
y la que no tenga novio
que espere al año que viene.
Yo tengo un hermano loco
loco por una mujer
yo no me caso en la vida
por no verme como él.
Debajo de tu ventana
tengo un puchero con miel
no se lo digas a nadie
y mojarás tú también.
Eres paloma torquina
y yo pichón que te arrullo
que en poniéndome a tu vera
no hay salero como el tuyo.
Si me quieres, dímelo;
si no, dime que me vaya
que yo me estoy derritiendo
como la sal en el agua.
Echemos la despedida
y con esta ya van siete
las sillas se vuelvan rosas
donde mi morena se siente
Tienes ojos de que sí,
carilla de no negarlo,
me tienes que dar el sí
antes que llegue el verano
y el verano ya está aquí.
Apégate bailaor
que el que se apega no peca
que el que baila y no se apega
es comerse el pan a secas.
Canta tú, cantaré yo
cantaremos a porfía
tú la cantas a tu novia
yo le cantaré a la mía.
Cuatro somos, tres venimos
y los cuatro te queremos
saca la mano y escoge
y los demás nos iremos.
Eres bonita por fuera
por dentro nadie lo sabe
eres un arca cerrada
pero le falta la llave.
Es tu madre la que llora
por un beso que te di.
Ven aquí remediaora
que yo te daré dos mil
por ver si mi madre llora
Por un besito ni dos,
ni tres, ni cuatro, ni ciento
la mujer no pierde na
y el hombre se va contento.
Al alcalde de mi pueblo
le tengo que regalar
una gallina y un gallo
para que me deje rondar
una chica de este barrio
Y rubia tienes la cara
y rubio tienes el pelo
y rubia quien te pillara
en una cama de acero
con los colchones de lana
Yo se lo pedí a mi novia
que venía de lavar
y me dijo: picaruelo,
fresco lo quieres pillar.
A la mujer la comparo
con la higuera del camino
unos le tientan las brevas
otros le tientan el higo.
A la mujer la comparo
con un saco de melones
todo son altos y bajos,
cuchivaches y rincones.
Arriba cachipurriana
que te se seca el tomate
tíralo por la ventana
si se mata que se mate.
Con el pesebre arrastrando
salí de mi cuadra un día
y me encontré con tu novia
que rebuznando, venía.
Arbolito te secaste
teniendo el agua en el pie
en el tronco la firmeza
y en la ramita el querer.
Antonio le dice a Juana
cuando se van a acostar
eres la primer panocha
que me pongo a esfarfollar.
El que tiene la desgracia
que lo domina un querer
ha de pasar más fatigas
quel señor del gran poder
en el huerto las olivas.
Yo tengo una novia guapa
con una falta na más
tuerta del ojo derecho
con el otro no ve na
también le falta una oreja
quién me la quiere comprar
el que me endiñe una gorda
ya se la puede llevar.
A Aragón me voy mañana
a por una aragonesa
y en el camino me han dicho
vuélvete mala cabeza.
En la raya de tu pelo
está la luna eclipsada
y no la deja pasar
la hermosura de tu cara.
Me gusta la leche en tarro
el aguardiente en tonel
el vino tinto en un jarro
y al terminar de comer
de tu petaca un cigarro.
El aguardiente me gusta
y el vino también lo bebo
y en tocante a la mistela
por una gota me muero.
Amigo del más amigo
y el más amigo le pega.
No hay amigo como dios
y un duro en la faltriquera.
Tía María, tía María
ya está el gato en la talega
fúrgale con un palote
verás qué saltos que pega.
Ya está el borrico en las coles
y el pollino en la cebá
si lo pillo o no lo pillo
a usted no le importa na
Andando se quita el frío
a la sombra la calor
comiendo se quita el hambre
y casándose, el amor.
Compañero canta, canta
y no te asustes por coplas
que en mi casa tengo yo
un costal y unas alforjas.
Estoy pasando un verano
que no me divierto un día
porque mi tío Cayetano
to se lo gasta en bebía
el dinero que yo gano
Ni el gitano ni el mangano
ni la gente de la laña
pagan la contribución
ni le dan producto a España.
Esta noche si Dios quiere
nos vamos a divertir
con permiso del alcalde
y de la guardia civil.
Si me estuviera cantando
un año con doce meses
no me sentirías cantar
la misma copla dos veces.
No me mates con tomate
Tampoco con bacalao
Mátame con una rubia
Que tenga el pelo rizao
Por medio de esta cocina
Va una naranja volando
Con un letrero que dice
Ya se termina el fandango
Lo supe por un almendro
Que la experiencia engañaba
Era su flor amarilla
Y su fruto le amargaba
Madre mía qué calol
Si estoy a la sombra y sudo
Qué será mi amante al sol
Mi niñico bonico
No tiene cuna
Llamemos al carpintero
que le haga una
Tienes una carretera
En la canal de tu pecho
Pa to el que ande perdío
¡ojalá yo me perdiera!
En medio de esta cocina
Ha renacido un ciprés
Juliana que está en la copa
Y Miguel que está en los piés
Eres pequeñita y puedes
En vaso navegar
Lo que tienes de pequeña
Lo tienes de resalá
Rubita, sol de los soles,
Es tu cuerpo una figura
Quieres llevarme al altar
Y eso sería una locura
Tienes la cara redonda
Y los labios encarnaos
Y para ser más bonita
Tienes el pelo rizao
Yo soy un hombre de nota
Y porfío en lo seguro
Que para ablandar lo duro
Traigo barrena y machota
Si los labios de los hombres
Fueran hierros y quemaran
Cuántas mujeres habría
Marcaítas en la cara
Tengo en el monte escondía
Una escopeta lujosa
Y una perdiz que reclame
Pero le falta una cosa
Que acuda cuando la llame
Yo tengo un verso en mis labios
Y no se atreve a salir
Sácamelo con los tuyos
Hasta llegar a morir
Yo conocí a una mujer
Que a ningún hombre quería
Pero llegó cierto tiempo
Que detrás de mí venía
Loca y sin conocimiento
Mira que a poquillo a poco
Estás pagando lo que debes
El tiempo doy por testigo
Tú te desengañarás
Si no es verdad lo que digo.
Si yo supiera de cierto
Que por ti yo me peinaba
Echaré el peine a la lumbre
Y el pelo me lo cortaba
Tú me estás martirizando
Yo por ti no miro a nadie
Los celos te están matando
Yo te juro por mi madre
Que solo en ti estoy pensando
Mal dolor le dé a la cama
A una cama sin mujer
A una mujer sin marido
Y a un hombre sin joder
Los hombres somos las moscas
Y las mujeres la miel
Y ahora estemos los viejos
Que no nos dejan lamer
Yo me asomé a tu ventana
Por ver qué estabas haciendo
De lo que a ti te pasara
La culpa yo no la tengo
5.3. BRINDIS.
El brindis es una fórmula que se dice antes de beber. La palabra "brindis" procede de la expresión alemana "Ich bring dir=s" (te lo ofrezco). Es quizás uno de los géneros más populares y menos estudiado y recogido por folkloristas.
Hemos recuperado estas muestras:
Segura está en lo alto
Orcera está en lo hondo
y yo, mira cómo me pongo.
(Se empina la bota)
Cabra (la bota) que fuiste chota
(la bota está hecha con piel de oveja)
y por los montes graznando
que se le caigan los huevos
a to el que me esté mirado.
Venga vino con un carro
y agua con una borrica.
El carro que vaya y venga
y la burra quietecica.
Brindo y bebo
y quedo invitao pa luego
Aguardiente y vino puro.
El agua para los bueyes
que tiene el cuerno duro
¡ Al horno con ella !
5.4. FELICITACIONES.
Es el conjunto de frases echas, cuartetos y coplas que se intercambiaban los novios, padres e hijos en las largas separaciones. Solían estar escritos, como estos que hemos transcrito aquí, en postales y en los finales de las cartas.
En el día de tu santo
te voy a felicitar
para que veas que te quiero
y no te puedo olvidar
Aunque estoy lejos de ti
te quiero felicitar
que es mucho lo que te quiero
y no te puedo olvidar
Esta mañana temprano
un ángel nos despertaba
recordándonos su cumpleaños
por si a nosotros se nos olvidaba
Nosotros le dijimos:
Ángel bello ya te puedes marchar
el cumpleaños de mi padre
no lo podemos olvidar
En una copita de oro
metí la mano y saqué
el corazón de mi esposo
que nunca lo olvidaré
Por tener los ojos negros
y la cara tan bonita
en el día de tu santo
tu esposo te felicita
Del jardín te mando flores
del mar, perlas y coral
y de tu esposo mil besos
y mucha felicidad
Aquí te mando esta postal
consérvala como quieras
para el día que yo vaya.
No será ésta la primera.
Del pino sale la piña
y de la piña el piñón
del corazón de sus hijos
esta felicitación
Adiós tarjeta postal
no tardes en el camino
que a mi novia vas a felicitar
Te felicita tu novio
con todo el corazón más fiel
que para una novia se puede tener
y lo soy (nombre)
Toda
en busca de una postal
como tú te la mereces
no le he podido encontrar
Aquí te mando mi corazón
dividido en mil pedazos
te lo mando por correo
a descansar en tus brazos
De tinta pongo mi sangre
de tintero el corazón
de tus manos vida mía
espero contestación
Por ser la primera postal
que de mis manos recibes
métela en tu corazón
para que nunca me olvides
Esta postal yo la mando
con muchísimo anhelo
porque la va a recibir
la mujer que yo más quiero
Yo subí a los siete cielos
y en
y no quise quedarme dentro
por no olvidar tu querer
Yo quisiera ser paloma
para poderme alejar
ir en persona a verte
para darte esta postal
En el mar se veía la arena
y en la orilla, caracoles
y en el corazón de mi prima
rosas como primores.
Sin agua mueren los peces
sin sol se acaba la tierra
y sin cariño de madre
quién será que vivir pueda.
En una copa de oro
metí la mano y saqué
el corazón de mi esposo
que nunca lo olvidaré.
5.5. ADIVINANZAS.
A las adivinanzas se ha jugado desde muy antiguo, no sólo por los niños, sino también por los mayores. Hemos seleccionado algunas de las adivinanzas "picantes" que nos echaron.
Las mujeres me lo tientan,
me lo ponen largo y tieso,
¿quién le manda a las mujeres,
el tocar carne sin hueso?
(El chorizo)
Mi abuela está
metida en un barranco,
y fue mi abuelo
y se la metió tanto.
(La tinaja del vino)
Levanta la manta,
que te lo vengo a meter
traigo la cosa tiesa
y no me puedo detener.
(El calentador)
Toda la noche
rodo que rodo y por el día
te meto el ceporro.
(La gorra)
Por una puerta pasé
y un oficio vi hacer
todo era meter y sacar
y con el culo apretar,
para ganar de comer.
(El sastre)
Mi abuelo está sentado
en una banquilla
y se está chupando
la pitilla.
(El candil)
En este cuarto lo tengo
más fresco que una lechuga,
esperando que le metan
un cacho de carne cruda.
(La tinaja del vino)
Adivina, adivineta
qué tiene el rey
entre la bragueta
(dos cartuchos y una escopeta)
Adivina, adivinanza
cuál es el ave
que muere cantando
(La chicharra)
Largo, largo como un alpargate
y tiene pelos en el cucuruñate.
(El cepillo)
Largo, largo como un alpargate
y tiene pelos en el remate
(La panocha del maíz)
Cañas y no de cañal,
cerdas y no de caballo,
no me lo adivinarás
aunque te estuvieras un año
(El panizo)
Soy una puta con guevos
y vengo de buenos aires
me echo el chucho a la espalda
y a mi no me jode nadie.
(La gallina)
En el monte perinés
hay un animal francés
pero uno que tiene dientes
y no como nos quita el tener.
Adivina lo que es.
(El peine quita los piojos)
Gordo lo tengo
más lo quisiera
que en medio las patas
no me cupIera.
(El caballo)
Un bancal muy bien labrao
y nunca ha entrao un arao.
(El tejado)
A las doce de la noche
como manda la costumbre
hay más pollas en los chochos
que pucheros en las lumbres.
(La aldabilla de las puertas)
Arroyo que tan deprisa caminas
dirigido hacia el mal
más despacio caminaras
si supieras dónde vas.
(El churro)
Blanca me echan a tierra
y verde resucité.
Me quedé mirando al cielo
y de flores me llené.
(La habichuela)
Campo blanco, flores negras
un arado y cinco yeguas.
(La mano escribiendo)
Dos losas, cuatro melosas
dos pujavantes y un quitamoscas.
(La vaca)
En una sala profunda
donde la voz corre y suena
hay una mujer por charlantinota, presa.
Soldados tiene de guardia,
todos puestos en hilera
los más fuertes no son muchos
que la mayoría son hembras.
(La boca)
La hoz al rabo, la sierra a la cabeza.
(El gallo)
Encima de ti me subo
encima de ti me reblinco
los demonios me lleven
si no te lo hinco.
(El arado)
Encima de ti me subo
tu bien que te remeneas
yo con el gusto me voy
tu con la leche te quedas.
(La higuera)
Éste es un hijo cruel
que a su madre despedaza
y su madre con mil trazas
se lo va comiendo a él.
(El hierro y la tierra)
Estoy preso sin delito
y sirvo de pregonero
por darle gusto a mi amo
me matan mis compañeros.
(El reclamo de perdiz)
Fui al huerto
y me encontré a mi abuela
con el papo abierto.
(La granada)
La madre de colorao
las monjas de blanco
más arriba dos ventanas
más arriba dos espejos
más arriba la plaza
donde se pasean los caballeros.
(La cabeza)
No hay especie como el ajo
ni fruta como el madroño
ni cosa que más apriete
como la polla en el coño.
(El dedo en el dedal)
Por el gusto y el disgusto
y el gusto de una mujer
por un bujero tan chico
meter carne sin cocer.
(La sortija)
Redonda, redonda
como una taza
y viene conmigo a la plaza.
(La luna)
Reondo, reondo como el mundo
verde como un vercancel
más encarnao que la grana
y más negro que la pez.
(La sandía)
Un tabaque de avellanas
que de día se recogen
y de noche se derraman.
(las estrellas)
Una dama galana y honesta
entre doce galanes
le hacen la fiesta
cuando el uno la coge
el otro la suelta
y siempre es galana y honesta.
(La luna)
Una mujer boca arriba
y un hombre boca abajo.
¿Qué hora es?
(La una clavá.)
Una cueva muy oscura
y desde fuera se le saca la basura.
(La escopeta)
5.6. HISTORIAS RIMADAS.
Los estudiantes
Estaban unos canteros (picapedreros) en la cantera con su lenta y apurada labor de cuartear montañas, cuando acertaron a pasar cerca unos estudiantes que empezaron a hacer preguntas propias de su desconocimiento de esa labor. Entonces los canteros viendo que los tales no eran tan estudiosos, se crecieron y les hicieron el siguiente acertijo:
Estudiantes que tanto estudiáis
en los libros cuadriculongos
¿por qué cagan los borricos
los cagones cuadraos
si tienen el culo redondo?
Los estudiantes que no tenían ningún pelo de tontos ni cortados, con toda diligencia les respondieron:
Si las matemáticas no mienten
y los libros no nos fallan
dentro el culo de los burros
hay canteros que los labran.
Juan Diego
Juan Diego tenía una burra
muy buena pa la montura.
Trueno tenía una mujer
muy buena para la casa
pa la cuestión de comer.
Se fueron a la taberna
y empezaron a beber.
Dispusieron de cambiar
la burra por la mujer.
Ya que tenían hecho el trato
delante de los presentes,
la borrica aparejá,
la mujer con los pendientes.
Marcha Juan Diego a su casa
a recoger la mujer.
-¡Buenas noches, señorita!
-¡Buenas noches tenga usted!
-Vengo a hacerle a usted saber
que hemos cambiado a una burra
pelo a pelo por usted.
(Contestó la mujer)
-Si mi marido ha hecho el trato
sería por estar borracho
yo no me voy con usted.
(Esto acarrea un litigio delante del juez)
¡Buenas noches, señor Juez!
¡Buenas noches tenga usted!
Vengo a hacerle a usted saber
que el pícaro de mi marido
me ha cambiao por una burra
y no crea que es mentira
que está sentá la escritura.
(Dijo el Juez)
Mujeres del número uno
ya tenéis la lección da.
No os caséis con labraores
porque sos pueden cambiar.
Más vale una niña en pelo
que una burra aparejá.
5.7. ROMANCES
Los romances religiosos, aparecen por primera vez editados en las Silvas de Esteban de Nájera. Los editores del siglo XIX los desecharon, si bien desde Amador de los Ríos y Menéndez Pidal se incluyen en las colecciones de romances de tradición oral, aunque dedicándoles poca atención. Suele ocurrir en muchos romances religiosos que empiezan o acaban con formulas a modo de oración en donde se declara la fe en Cristo o se recomienda el recitado de la oración para la salvación del alma.
En el que hemos recogido, tras entrevistas a varias fuentes, es fácil ver la doble intención didáctica de la tradición oral: aprender los nombres de las partes del arado así como su uso junto a los misterios de la religión. Era transmitido, principalmente por los abuelos.
Estén atentos y oigan
lo que dicen mis hermanos
un arado quiero hacer
de piezas lo iré formando
y de la pasión de Cristo
palabras iré explicando.
El dental será el sepulcro
donde a mi dios enterraron,
la reja será la losa
con que el sepulcro taparon.
La tenilla y las dos aitas
son las tres prendas de amor
segnifica la llavija
en la punta del timón.
Las orejeras son dos
que las hice con mis manos
que tenemos tan buen dios
que muere por los cristianos.
El pescuño es el que apreta
todas estas herejías
segnifican los dolores
que le dieron a María.
Esta es la cama y la cruz
donde Cristo dejó fama
y por eso sacó cama
del madero de la cruz.
Ya está el arado compuesto
solo nos falta el gañán
iremos a San Isidro
que es un lindo mayoral.
Apenas se lo hemos dicho
ha respuesto con placer
y mucha melosidad
ha repuesto San Isidro
que él mismo lo arreará.
!Tente arriba Cartagena!
!alájate Viloreta!
que ya me duele la mano
de corregirte la esteba.
El primer puñao pa dios,
el segundo pa mi amo
y el tercer puñao que tiro
para las aves del campo.
Las aves que le oyeron
vinieron con arrogancia
dando gracias a S. Isidro
que cómo iba su labranza.
San Isidro contestó
que era la primera marcen
que de aquel peazo sembró.
Un yugo con dos camellas
y en medio se reconocen
donde sientan las medianas
a punto de dar las doce.
San Isidro desunció
para dar agua a sus pares
a una piedra se acercó
le dio con los gavilanes
y una fuente de agua
echó más clara que los cristales.
Romances impresos
El niño asesinado por un degenerado
(recogido de varias octavillas)
Bella capital de Málaga,
perla del Mediterráneo,
ha sucedido este crimen
que da pena recordarlo.
En la calle de
en el barrio del Perchel,
habitaba este matrimonio
con su hijito Juan Manuel.
El día 16 de Enero
a las once la mañana
esta madre cariñosa
a su hijo aseaba.
y estándolo arreglando
el niño no se dejaba
porque oía a su amiguito
que en la puerta lo llamaba.
La madre al verlo impaciente
a su hijo le reñía
su abuela desde la cama
estas palabras decía:
Deja al niño que se vaya
con sus amigos a jugar,
que el río no trae agua y nada le ocurrirá.
Este río conocido
se llama Guadalmedina
muy cerca de aquella calle
donde aquel niño vivía.
Por ser un sitio tranquilo
y libre de circulación
los ancianos y las mujeres
allí tomaban el sol.
Eran la una de la tarde
y se marchó el personal,
los niños quedaron solos
cuando llegó el criminal.
Con algunos caramelos
a un niño quiso engañar
como este niño fue listo
no se los quiso tomar.
Conociéndole la idea
empezaron a correr,
dejando al más pequeñito,
se llamaba Juan Manuel.
Llega la hora de comer
y el niño no regresaba,
sale la madre a la calle
y a los niños preguntaba.
Entre ellos hay un mudo
que por señas declaraba
que un hombre se le acercó,
de la mano lo llevaba.
En esto llegaba el padre
y al recibir la noticia,
va corriendo como un loco
a dar parte a la justicia.
A los dos niños los llaman
pronto a la comisaría,
para ver si declaraban
todo lo que ellos sabían.
El niño Paquito Navas
enseguida declaró
que estando ellos jugando
un hombre se le acercó.
Con unos zapatos negros
y una gabardina clara,
y cojeaba un poquito
y cinturón no llevaba.
Por estas señas enseguida
se declara la verdad
se lo presentan al niño
este ha sido el criminal.
Este hombre sin conciencia,
criminal degenerado,
viendo que está descubierto
su crimen ha confesado.
Yo al ver que lloraba el niño
y prestaba resistencia,
con un piedra muy grande
le golpeé en la cabeza.
Al ver que ya estaba muerto
lo metí en una cloaca
por que no se descubriera
y le comieran las ratas.
Aquí termina señores
este hecho sin igual
de este sátiro inmundo,
repugnante y criminal.
El crimen de Chanfarrinas:.
De este crimen se hicieron unas coplas o romances impresos que se cantaron hasta hace pocos años.
Una aldea cerca de Los Anchos. El relato pertenece a la hermana Juliana de
"
Como los padres de él vivían cerca el Mariano dijo que iban a ir a visitados. Se conoce que el Mariano le tenía celos a la mujer y, al medio del camino, cuando iban cerca de Cañá Catena por un barranco, le echó al cuello una soga de esas de amarrar los sacos de mies y la tiró para atrás. Luego la arrastró desde el suelo y la colgó de un olivo. La mujer estaba embarazá. Luego la descolgó y fue a entregarse a Beas.
Nosotros que seguíamos en la aceituna con mi hermana y mi tío cuando oímos que decían que Mariano había matao a
5.8. CUENTOS DE ANIMALES.
La zorra, el cuervo y el lobo
Un cabrito se atrancó en un poyato y no podía retroceder. Allí lo vió la zorra pero no podía hacer nada para comérselo. Pero amigo, la zorra como es tan lista pronto dio con la solución. Llamó a Juanillo el cuervo para que subiera y le diera dos o tres aletazos para que se despeñara.
Dicho y hecho. Voló el cuervo hasta el puntal y de dos aletazos tiró al suelo al cabrito. Entonces se presentó el lobo. Así eran tres para el reparto.
La zorra hizo un último intento para hacerse con la pieza y propuso, sabionda de que era viejísima, que se quedaría con el cabrito quien fuera más viejo.
Preguntó al cuervo: Juanillo ¿cuántos años tienes? Yo- dijo el cuervo exagerando- cien. ¡Uuuuh!-contestó la zorra- cuando la grama nació, cien años tenía yo. La zorra se alegró y fue a por el cabrito pero vio al lobo que estaba puesto de patas encima de la pieza. Entonces dijo el lobo: Yo no tengo más que ocho pero el que quiera que se acerque al choto. Así acabó el dilema.
Los tres galápagos
Eran tres galápagos que vivían en
La zorra que no se esperaba esta sorpresa, cayó en la trampa y apretó la carrera hasta que no podía más. Como vió que ya casi estaba arriba, otra vez se paró a preguntar: ¿Galapagar donde estás? Le contestó el tercer galápago que ya estaba en la cima: Cien fanegas van. Al verlo, la zorra se dio por vencida.
El Cuento del Charco del Aljibe
Nos contaba la hermana Cecilia, de Cabeza Gorda, en esas ardorosas tardes del verano serrano, bajo los parrales de su casa, mientras apreciábamos la sorprendente formación pétrea con formas de mujer, que estaba su bisabuelo labrando a unos doscientos metros de la puerta del Charco del Aljibe (cerca de
Los visitantes del lugar pueden apreciar, efectivamente, unas formaciones rocosas que parecen obedecer a tales figuraciones. Estamos seguros de que la historia es al contrario y que obedece a la imaginación popular.
5.9. CUENTOS DE CELOS Y CUERNOS.
Los hermanos.
Vivían en la misma casa un hombre joven con su hermano y la mujer de éste. Desarrollaban sus tareas pero el marido tenía la mosca detrás de la oreja compréndase el dicho según el cuento anterior). Efectivamente, un día que el marido salió de madrugá a vender unas pieles, el más joven entró en donde dormía la mujer, levantó las sábanas para verla pero no se atrevió a más. La mujer se callló para no liarlo más.
Cuando regresó el casado, no tardó en notar el nerviosismo de su hermano comprendió para sus adentros: Aquí hay algo. Le dijo a la mujer: Prepara una buena cena para esta noche. Sorprendida la mujer obedeció sin preguntar y preparó una cena que pa qué. Terminados los brindis, como la mujer se temiera lo peor, rompió el silencio y dijo:
Yo tengo un huerto en mi viña
con agua en la cabezá
se ma quedao de secano
y no sé porqué será.
Replica el marido:
A mi viña entran ladrones
no se si cogen uvas o melocotones.
Contesta el cuñao:
A la viña entré yo un día,
los pámpanos levanté
y Dios me mande un castigo
si yo las uvas toqué.
5.10. CUENTOS DE HUMOR.
El cuento de ¡ ras pa un pial !.
"Ras pa un pial" es un dicho serrano que viene a significar algo parecido a "pies para qué os quiero".
Los relatos pertenecen al hermano Miguel, de
En el cortijo Los Juanes, vivían las Polonias que eran unas mujeres de clase, de valor. Una era tía mía, la hermana Andrea. (Dice hermano Benito). Mataron al marido y lo entertaron en el Prao Picardías. Pero no tuvieron el cuidado de taparse de un pastor que había allí en la casa., que era una venta. El pastor le llamaban el Pistolillo. Cuando se dieron cuenta de que al pastor se había olío el panorama, empezaron a hacer planes para echarlo al horno. Pero, !amigo!, el pastor que siente los planes que le estaban preparando, sale disparao y al cruzar la puerta, la cerraron de manera que la mantucha que llevaba quedó cogida, media dentro, media fuera, rasgándose con un seco ruido. El Pistolillo, el verse libre, dijo: !Ras!
Ahí te quedas pa un pial. (Un pial era una especie de mocasín). Así que logró salvarse a costa de perder la mitad de la mantucha y tan contento, bien merecía la pena.
Cuento del gitano El Niño
Sería el año cincuenta y cinco o cincuenta y seis, había por estos contornos un gitano que le decían el Niño que se dedicaba a los tratos con caballerías y bestias. El Lonardo de Rio Maguillo le compró una y, como es costumbre intentó por todos los medios engañarlo. Lo mismo estaría pensando el Niño. El Lonardo le dijo que no se preocupara por el pago que él le firmaría un papel reconociendo la deuda. El gitano se conformó y le exigió que pusiera el día del pago para estar más conforme. El Lonardo vió el cielo abierto para el engaño y escribió que se comprometía a pagarle el 30 de febrero.
El gitano que no entendía mucho de papeles, ni de fechas y horas, no quedó muy conforme y le dio el papel para que se le leyera a uno que sabía leer. Éste le dijo: ¡pero Niño qué has hecho! Ya te han engañao. Si febrero no trae nunca 30 días.
Como el Lonardo estaba trabajando en
Viendolas perdías, el Lonardo y el Niño rectificaron el papel. Hay quien asegura que el animal era más viejo que la sarna.
5.11. CUENTOS DE TESOROS.
En la comarca son muchas y constantes las referencias a lugares donde existen o existían tesoros como así se recoge en la coplilla:
En las Gorgollas (Las Gorgollitas), las gallinas escarbando sacan las ollas (llenas de oro). Tienen la creencia -no sabemos si es cierto- de que hay un tunel que va desde la fuente que sale por debajo de las Gorgollitas hasta el tornajico del Castellón en el que estaban los tesoros escondidos.
El tesoro de Cabeza Gorda.
En la aldea de Cabeza Gorda hemos recogido este relato de un tesoro en unos impresionantes roquedos escarpados.
Hace ya muchos años, cuando yo era chiquilla me lo contaron, -relatan hermana Cecilia y sus hijos Miguel y Macario- la abuela Donilla soñó que en el sitio llamado Las Iglesias había un tesoro. Para llegar a él había que entrar en esas cuevas y encontrar siete piedras cuadrás que tapan siete orzas llenas de oro y unas tijeras formando una cruz. Según decían los viejos, ya lo sacaron.
Pero cuando yo era mozo, dice Macario, mi hermana soñó que aún estaba allí pero que tuvieran cuidado que había un muerto. Macario, ni corto no perezoso, cavó y cavó hasta que se asustó al descubrir huesos humanos. Entonces abandonó la excavación. Menudas panzás de cavar que me dí.
El tesoro del Yelmo
En un lugar cercano al Yelmo llamado los Tornajos (abrevaderos) de
Se descolgaron tres serranos con sogas al fondo de la cueva y descubrieron una enorme sala y en una de sus paredes había un moro pintado con una inscripción que decía: En frente del moro está el tesoro.
Durante muchas horas estuvieron cavando sin fruto hasta que se cansaron y salieron. Pero el Jacinto del Prao
La mina del cerro Mirandante
Hay un dicho que repiten hasta la saciedad: Enfrente el covacho negro está la mina del Cerro.
El cerro Mirandante es un enorme macizo longitudinal al correr del río Madera y del que se cuenta es muy rico en oro. Parece ser que incluso después de la guerra se realizaron excavaciones en la mina, ya antigua, sin que sepamos qué buscaban.
Los serranos de esta zona mantienen que se buscaban oro porque este cerro es famoso desde el tiempo de los moros. Me dice hermano Miguel que su tío Francisco sirvió en Melilla y contaba que cuando los moros se enteraron de que era de
5.12. CUENTOS DE TONTOS.
La adivinanza del Cuco
Había una vez una familia de dos hermanos uno listo y otro tonto. Entonces se corre la voz de que
El hermano listo le dijo a su madre que lo iba a intentar y a los pocos días volvió fracasado. Entonces el tonto quiso ir. La madre le dijo: ¿A qué vas a ir? Si no sabes ninguna. Bueno- contestó el tonto- ya se me ocurrirá. Tu prepárame el hato.
Salió el tonto prestando atención a todo para hacer su adivinanza. Entonces oyó cantar al cuco. Pensó que ya tenía el principio: Cuco. Al poco rato, otra vez cantó el cuco.
!Qué bien! Ya tengo dos pistas: Cuco sobre cuco.
Continuando su camino se tropieza con una oveja extraviada que balaba con mucha fuerza. Y pensó que era otra pista. Ya casi lo tengo -dijo. Cuco sobre cuco y sobre cuco, un ba.
Con esta llega a Madrid donde es recibido con un enorme aguacero. Como no tenía donde resguardarse coge tal cantidad de agua que los pies le cantaban dentro de los zapatos: !chiquili chi! !chiquili chal
-Ya tengo la adivinanza. Será incapaz de acertada. Me casaré con
Se dirigió a Palacio y pidió ser presentado. Al estar ante
La sortija mágica
En un país lejano que la princesa estaba triste, el rey pregonó que quien le hiciera reír se casaba con ella.
En cierta ocasión un arriero, que conocía el pregón real, socorrió a un viejo. Entonces el viejo le dijo: Pídeme el favor que más desees. El arriero le contestó:
Quiero que cada vez que yo diga "arre", me crezca la minga un palmo. El viejo le concedió el don dándole una sortija mágica y le dijo: El sortilegio sólo tiene efecto cuando la tengas puesta. Si dices so, el tamaño se normaliza.
Entonces se encaminó al palacio de la princesa. Ella estaba triste asomada al balcón. El arriero así que la vio se colocó la sortija y empezó a decir arreo Tantas veces lo pronunció que la minga crecía y crecía hasta que entró entre la piernas de la princesa que empezó a gritar. Los reyes que lo ven dicen que había que cortar. Pero la princesa, feliz como nunca, exclamó: ¡Nada de cortar! ¡Más bien destejar! De esta manera encontró la felicidad para muchos años.
5.13. CUENTOS SOBRE CURAS.
La historia del arriero y los tres curas.
Un día le dice un arriero a otro: Te voy a decir una cosa como amigo. El cura del pueblo se está acostando con tu mujer. Míratelo.
En fin que cuando llegó a su casa con su reata de pollinos le dijo a su mujer que le preparara el hato para cuatro semanas que le había salido un viaje.
- !Pero hombre¡ dijo la mujer. ¿Cómo es posible que aún no acabas de llegar y ya te tienes que ir?
- A ver. Me ha salido un asunto muy interesante y no puedo fallar.
Así que en cuanto la mujer lo apañó se fue con su arriería.
Aquella noche corno ella no lo esperaba se presentó el arriero y cogió en su casa a tres curas por falta de uno. Sorprendida la mujer dijo que se habían presentado de golpe y que ella no sabía qué hacer.
- Nada, no te preocupes- contestó el marido. Prepara una gran cena que lo vamos a celebrar.
Cuando terminaron de cenar, mató a los tres curas.
Mientras la mujer hacía los preparativos de la cena, el arriero había mandado a llamar a un tonto que había en el pueblo. Cuando llegó el tonto a la casa, el hombre, subido en el tejado, echaba chorizos por la chimenea para atraerlo a la faena que le quería encargar, y el tonto se los comía creyendo que llovían del cielo. Así que estaba harto, que no fue pronto, el marido le hizo saber lo que tenía que hacer que no era otra cosa que hacer desaparecer a los curas cuidándose de decirle que eran tres.
- Mira -le dice. Coge ese cura, lo llevas al monte y lo arrojas a la sima honda.
El tonto se lo pone a la espalda y, un pie detrás de otro, lo lleva a la sima y lo mete por ella.
Cuando vuelve a la casa el arriero le dice: ¿Dónde lo has echado? En la sima honda, dice el tonto.
- ¿Pero cómo es posible si ha llegado antes que tú! No lo ves ahí-le dice el arriero.
- Bueno pues esta vez no vendrá.- afirmó convencido el tonto.
Llevó al segundo cura a la sima y, después, la cerró con grandes piedras. Al volver, el arriero le hizo el mismo truco cuando le presentó, otra vez, al cura que quedaba y que el tonto creía que era el mismo.
En un ataque de furia el tonto cogió al tercer cura, lo llevó al monte y lo quemó. Cuando volvió ambos se felicitaron porque al fin lo habían conseguido.
Al poco tiempo,
Ya lo creo que los he visto. El día que llovían chorizos por la chimenea, lo llevé al campo y lo eché a la sima, se salió, lo volví a echar y corno se salió otra vez, fui y lo quemé.
El aviso al cura.
Un cura se las veía con la mujer de un labrador.
Éste como se oliera algo volvió al atardecer, cenó y se acostó. La mujer le puso al cura una señal: en la puerta una mata de malvas y, más adentro, un vaso de vino entre dos velas.
El cura al llegar vió las malvas y entendió: mal vas.
Después vió el vino y se dio cuenta: Vino entre dos luces.
Entonces se fue y esperó a otra ocasión.
La historia del cura curete
Un marido descubre a un cura que se acostaba con su mujer y entonces ideó la siguiente rencilla:
La mujer llevaría al cura a cuestas cantando:
!Ay cura curete¡
Padre de mi Juan y de mi Pepe.
Comedor de mis gallinas.
Rompedor de mis colchones.
Recorrido el pueblo, el marido se dio por satisfecho.
5.14. CUENTOS MITOLÓGICOS
El Ojanco y Peluzamarra
Era el Ojanco un gigante que tenía un gran ojo en mitad de la frente. Se mantenía de carne humana de los pastores del entorno a los que se comía y les robaba el ganado. Vivía en una gran cueva y todos los días se encerraba en ella con sus reses y tapaba la boca de la gruta con una piedra gigantesca que sólo él podía remover. Tantos fueron sus rebaños que pensó en tomar un ayudante. Nadie quería porque todo el mundo conocía sus gustos de comidas.
En aquellos andurriales, con cuatro ovejuchas, mal vivía un pobre, ya zagalón que valía poco y le llamaban Peluzamarra. Pero no compartía Peluzamarra esa opinión de los demás y urdió un truco para engañar al Ojanco.
Fue y se ajustó con el Ojanco para hacer de pastor. Así juntaron sus rebaños para pastorearlos.
Peluzamarra le preguntó al Ojanco cuál era la señal de sus ovejas para poderlas distinguir de las suyas y el Ojanco le contestó, aprovechándose de su tamaño y fuerza: La señal de mi ganado es que no tienen ni pelo ni lana debajo del rabo. Entonces comprendió el osado Peluzamarra que había perdido todas sus ovejas ya que no hay en el mundo una que tenga pelos o lana en el culo pero siquió adelante con sus planes.
Un día de tantos, cuando estaban encerrados en la enorme cueva junto a sus rebaños, le dijo el Ojanco a Peluzamarra: Mira qué poca carne me queda. Pronto te comeré. Si Peluzamarra tenía un plan menudo dato le había dado para darse prisa e ingenio en ejecutado. Una noche, Peluzamarra cogió el cubrepan (herramienta que llevan los pastores para cubrir la torta con las ascuas y que se usaba también en los hornos de pan cocer) y lo puso al fuego. Así que se puso al rojo, se lo clavó al Ojanco en el ojo.
Entonces el Ojanco, lleno de furia y dolor, comenzó a buscar a Peluzamarra por toda la cueva sin encontrado ya que el interesado se escondía con tino. El Ojanco pensó una solución: Quitaría la piedra de la puerta y se pondría en ella para que todo bicho viviente tuviera que pasar entre sus piernas. Así, sin duda, agarraría al agresor. Pero Peluzamarra también discurría lo suyo: mato al manso, se cubrió con su piel y se puso al cuello al cencerro. Cuando el Ojanco oyó los cascabelazos llamó al manso y como estos, como su nombre indica, acuden a arrodillarse a los pies del pastor, Peluzamarra, echándole valor, así lo hizo. El Ojanco lo palpó y le dió vía libre. El falso manso salió disparao de la cueva tanto que el Ojanco lo notó y dijo: ¡Qué esabrío sales esta amañana! . Sin darse cuenta del engaño.
Entonces el Peluzamarra empezó a llamado a voces para atraedo hacia un cantero en donde con la furia del dolor y del engaño, el Ojanco se despeñó, muriendo. De esta manera, Peluzamarra se quedó con todo el ganado convirtiéndose en el pastor más rico del lugar.
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