Capitulo 5 de Cultura Popular


Capitulo 5:

La literatura de tradición oral

Decía Antonio Machado: "Mis romances no emanan de las heroicas gestas, sino del pueblo que los compuso y de la tierra donde se cantaron". Ocurre que el pueblo, aun haciendo suya y popularizando la obra culta de cualquier autor consagrado, no suele alterarla con su difusión y es fiel a su reproducción original; sin embargo, la literatura que el pueblo considera propia por pertenecer a su tradición, queda sometida a los vaivenes de la imaginación y del ingenio y a las necesidades expresivas de la colectividad autónoma autora de sus variantes, siendo por tanto y esencialmente su carácter oral lo que aglutina a toda la denominada poesía popular.

Pero esa literatura de tradición oral está en extinción. Las causas de esta desaparición paulatina hay que buscadas en el desarrollismo tecnológico y en el alarmante consumismo que dominan la sociedad post-industrial. Ambos factores han provocado emergencia de nuevos modelos y modas socio culturales con los que la literatura de tradición oral no puede competir. Esta orientación utilitarista y consumista produce dos características: la uniformidad cultural y el individualismo a ultranza. El ejemplo más claro está en el juego, sobre el que inciden poderosamente la ley social del mercado, la uniformidad cultural y el individualismo excesivo. Así del juego tradicional, desde los de acción y motricidad hasta los de sorteo, en los que intervenían varios participantes, se ha pasado al juego dominado por las nuevas tecnologías.

La literatura de tradición oral, desde el punto de vista sociocultural, nos permite conocer una visión enraizada con los orígenes culturales de cada pueblo y concita una intención integradora y socializadora ya que posee la función social de reunir, recordar y hacer participar como actores a los transmitentes: estos productos pertenecen a toda la comunidad, se elaboran anónimamente y se reelaboran cada vez que alguien recita un romance, canta una copla y narra un cuento.

Hemos dicho que no queremos hacer una oda al pasado (bondad) contraponiéndolo al presente (maldad) como en algunos de estos trabajos subyace. En concreto, del análisis de contenido de los temas de la literatura de tradición oral y, en particular, de las coplas se desprende toda una visión de la estructura rígida de estas sociedades donde el sometimiento al poder, la obediencia ciega y el maltrato y la vejación a la mujer queda bien patente. En otro sentido, también se destacan en estas coplas una fuerte componente erótica y anticlerical.

Cabe destacar en estas largas conversaciones que hemos mantenido y mantenemos, en horas y horas de grabación, dos mitos muy asociados que dominan la imaginación y la fantasía serranosegureña. Nos referimos a las abundantes referencias a tesoros de oro y a su relación con los moros, época mítica y mágica para el serrano.


5.1. TRABALENGUAS.

El trabalenguas "es como un juego de obstáculos idiomático", dice Carmen Bravo Villasante. ¡A ver quien corre más, sin tropezar en la palabra con trampa!. Trabando para destrabar que diría el viejo maestro.

No hay quien me gane a decir

tres veces ocho de maña:

ocho, trocha, corcho y caña.

Caña, ocho, trocha y corcho.

Cómo me las maravillaría yo

para subir la cuesta de la Escaleruela.

La chimenea abajo

baja un culo y un queso.

Beso el queso y dejo el culo.

(El trabalenguas está en decido muy deprisa muchas veces sin equivocarse y decir beso el culo.

5.2. COPLAS.

Las coplas son una inmensidad las que hemos recogido, seguramente que muchas no son específicas de la zona ya que las influencias en los últimos cuarenta años ha sido grande: radio, televisión, orquestas, viajes, emigración, turismo, etc. Adoptamos un criterio: que mencionen algún concepto, topónimo o palabra que haga referencia a la sierra. Las primeras son de referencia a lugares serranos.

La primera es una relación de los tatarabuelos de los actuales habitantes de la zona. En ella se relatan sus lugares de procedencia así como sus nombres:

(Lo recita y explica el hermano Miguel, de La Conquista)

De Los Fresnos, Militroncho; (el bisabuelo de mi madre)

de Cabeza Gorda, el Ciego; (hermano del abuelo Miguelete, mi compadre.

de Los Torcales, Mandiles; .

de Los Regajos, Gajuerro;

de La Umbría, mi cuñao Ugenio; (padre de Perico el loco, el de la Umbría)

Entrando esos ríos abajo,

con Calzas, el Molinero,

estaba Miñique, el Sastre,

que a tos nos cuesta saberlo.

Estaba la Juana que le tenía preparaos

los guevos de un perro galgo....

Prao Maguillo tente tieso

que Los Anchos ya cayeron

y hay tienes a Majá Oscura

más firme que el mundo entero.

Ontiñana y Los Parrales

y el cortijo La Platera.

Hornos y Caña Morales,

Cortijos Nuevos y Orcera,

La Puerta y Los Lentiscares.

Cantaor que tanto cantas

dime cuántas arrobas son

la Sagra y el Almorchón.

En el Pilar del Duque

canta un vaquero

y se oyen las voces

en Poyotello.

En Pontones no hay reló

ni carretera, ni plaza,

ni calle que quepan dos

ni chavalas de arrogancia.

En la Peguera el Madroño

ha ocurrido una desgracia

se ha muerto la picaera

y está de luto la maza.

Las mozas de la Fuente el Chorro

sienten la yerba nacer

y las de la Tobilla

la pisan y no la ven.

Las mujeres de la Sierra

para dormir al chiquillo

en vez de cantarle el coco

le cantan un fandanguillo.

Las mujeres de la Sierra

cuando se van a dormir

se dejan el culo fuera

para apagar el candil.

Qué tienes en ese pecho

que tan buena olor me da.

Son dos naranjas murcianas

mete la mano y verás

parece que son hermanas.

Era comunal: aventando


Aquel que tiene una novia

y con ella no se casa

hace cuenta que ha trillao

una parva por la paja

y el aire se la ha llevao

Yo quisiera ser mochuelo

con el pico retorcío

que no tener una novia

que con otro haya dormío

Yo quisiera ser mochuelo

y cantar en un majano

que no tener una novia

y que otro le meta mano.

Vale más una serrana

en medio de un chaparral

que venticinco del valle

en medio de un olivar.

Si tú te volvieras liebre

en junto de una verea

y yo me volviera galgo.

¡chiquilla! ¡Qué polvarea!

Tienes el chucho de arroba

los labios de a cuarterón

los pelos de a cinco metros

¡Hay que chuchaco señol!

Toda la noche me tienes

de pechos en tu ventana

y no eres pa decirme

toma una tetica y mama.

Tu madre tuvo la culpa

por dejar la puerta abierta,

yo por meterme dentro

y tú, por estarte quieta.

Tengo una novia en la Sierra

entre carrascas y robles

cada vez que voy a verla

dice que me quiere doble

Tienes una cinturita

que anoche te la medí.

Con vara y media de cinta

catorce vueltas te dí

y la cinta de mi burra

te vino tarín marín.

Tontería tienen tus padres

de echarle puerta al corral

si te has de venir conmigo

por la puerta principal.

Una serrana me debe

medio duro, medio duro

ella me lo irá pagando

con el salero del mundo

Yo vide raso y llover

tronar y ponerse oscuro

retirarse mi querer

cuando lo tenía seguro.

Domingo, mañana lunes

principio de la semana.

Antes que llegue otro lunes

has de dormir en mi cama

delante de mi te esnúes.

Dame ya la sartenilla

la que tienes junto al culo

para freír unos huevos

y de longaniza, un tarugo.

La noche que me casé

pensaba que me moría

así que me arregosté

hasta los guevos metía.

Los hombres son las moscas

y las mujeres la miel

y ahora estamos los viejos

que no nos dejan lamer.

Tengo un hambre, tengo un hambre

me comiera, me comiera

todo el pan de este cortijo

y también la cortijera.

El querer que te tuve

fue aceitunero.

Se acabó la aceituna,

ya no te quiero.

Mi madre me pega palos

con la cola de una oveja.

¿ cómo quieres que te quiera

si la cola no me deja?

El alacrán con su seno,

y la víbora venenosa,

tienen el mismo veneno

que la mujer que es chismosa

que envenena al mundo entero.

La mujer que es novalera

le pasa lo que al dinero

que en andando en muchas manos

se le borran los letreros

y a ti se te están borrando.

Tienes andares de pava,

contoneo de perdiz,

ojillos de enganchadora.

No me engancharás a mí.

Tienes el chucho de oro

la pepitilla de plata

y el que se case contigo

la tié que tener de hojalata.

Y estás como la veleta

que se cría en Andalucía

que después de ser veleta

eres tonta, presumía

chinchorrera y alcahueta.

A la sierra he de ir

aunque me yele de frío

a traerme una serrana

a la orillita del río.

La tierra espera


En el campo hay una hierba

que se llama carmelita.

La perdición de los hombres,

son las mujeres bonitas.

En la raya de tu pelo canta

y replica un canario

y se baja por tu frente

a beber agua en tus labios

como si fuera una fuente.

La mujer que se enamora

de la ropa y no del hombre

es una tonta perdía

porque la ropa se rompe

y el hombre es pa toa la vía.

Si una mujer quiere a dos

no es tonta por prevenía

si una vela se le apaga

la otra queda encendía.

Te tengo que dar más besos

en esa bonita cara

que guevos se necesitan

pa romper una campana.

Ya viene el carnavalillo

la fiesta de las mujeres

y la que no tenga novio

que espere al año que viene.

Yo tengo un hermano loco

loco por una mujer

yo no me caso en la vida

por no verme como él.

Debajo de tu ventana

tengo un puchero con miel

no se lo digas a nadie

y mojarás tú también.

Eres paloma torquina

y yo pichón que te arrullo

que en poniéndome a tu vera

no hay salero como el tuyo.

Si me quieres, dímelo;

si no, dime que me vaya

que yo me estoy derritiendo

como la sal en el agua.

Echemos la despedida

y con esta ya van siete

las sillas se vuelvan rosas

donde mi morena se siente

Tienes ojos de que sí,

carilla de no negarlo,

me tienes que dar el sí

antes que llegue el verano

y el verano ya está aquí.

Apégate bailaor

que el que se apega no peca

que el que baila y no se apega

es comerse el pan a secas.

Canta tú, cantaré yo

cantaremos a porfía

tú la cantas a tu novia

yo le cantaré a la mía.

Cuatro somos, tres venimos

y los cuatro te queremos

saca la mano y escoge

y los demás nos iremos.

Eres bonita por fuera

por dentro nadie lo sabe

eres un arca cerrada

pero le falta la llave.

Es tu madre la que llora

por un beso que te di.

Ven aquí remediaora

que yo te daré dos mil

por ver si mi madre llora

Por un besito ni dos,

ni tres, ni cuatro, ni ciento

la mujer no pierde na

y el hombre se va contento.

Al alcalde de mi pueblo

le tengo que regalar

una gallina y un gallo

para que me deje rondar

una chica de este barrio

Y rubia tienes la cara

y rubio tienes el pelo

y rubia quien te pillara

en una cama de acero

con los colchones de lana

Yo se lo pedí a mi novia

que venía de lavar

y me dijo: picaruelo,

fresco lo quieres pillar.

A la mujer la comparo

con la higuera del camino

unos le tientan las brevas

otros le tientan el higo.

A la mujer la comparo

con un saco de melones

todo son altos y bajos,

cuchivaches y rincones.

Arriba cachipurriana

que te se seca el tomate

tíralo por la ventana

si se mata que se mate.

Con el pesebre arrastrando

salí de mi cuadra un día

y me encontré con tu novia

que rebuznando, venía.

Arbolito te secaste

teniendo el agua en el pie

en el tronco la firmeza

y en la ramita el querer.

Antonio le dice a Juana

cuando se van a acostar

eres la primer panocha

que me pongo a esfarfollar.

El que tiene la desgracia

que lo domina un querer

ha de pasar más fatigas

quel señor del gran poder

en el huerto las olivas.

Yo tengo una novia guapa

con una falta na más

tuerta del ojo derecho

con el otro no ve na

también le falta una oreja

quién me la quiere comprar

el que me endiñe una gorda

ya se la puede llevar.

A Aragón me voy mañana

a por una aragonesa

y en el camino me han dicho

vuélvete mala cabeza.

En la raya de tu pelo

está la luna eclipsada

y no la deja pasar

la hermosura de tu cara.

Me gusta la leche en tarro

el aguardiente en tonel

el vino tinto en un jarro

y al terminar de comer

de tu petaca un cigarro.

El aguardiente me gusta

y el vino también lo bebo

y en tocante a la mistela

por una gota me muero.

Amigo del más amigo

y el más amigo le pega.

No hay amigo como dios

y un duro en la faltriquera.

Tía María, tía María

ya está el gato en la talega

fúrgale con un palote

verás qué saltos que pega.

Ya está el borrico en las coles

y el pollino en la cebá

si lo pillo o no lo pillo

a usted no le importa na

Andando se quita el frío

a la sombra la calor

comiendo se quita el hambre

y casándose, el amor.

Compañero canta, canta

y no te asustes por coplas

que en mi casa tengo yo

un costal y unas alforjas.

Estoy pasando un verano

que no me divierto un día

porque mi tío Cayetano

to se lo gasta en bebía

el dinero que yo gano

Ni el gitano ni el mangano

ni la gente de la laña

pagan la contribución

ni le dan producto a España.

Esta noche si Dios quiere

nos vamos a divertir

con permiso del alcalde

y de la guardia civil.

Si me estuviera cantando

un año con doce meses

no me sentirías cantar

la misma copla dos veces.

No me mates con tomate

Tampoco con bacalao

Mátame con una rubia

Que tenga el pelo rizao

Por medio de esta cocina

Va una naranja volando

Con un letrero que dice

Ya se termina el fandango

Lo supe por un almendro

Que la experiencia engañaba

Era su flor amarilla

Y su fruto le amargaba

Madre mía qué calol

Si estoy a la sombra y sudo

Qué será mi amante al sol

Mi niñico bonico

No tiene cuna

Llamemos al carpintero

que le haga una

Tienes una carretera

En la canal de tu pecho

Pa to el que ande perdío

¡ojalá yo me perdiera!

En medio de esta cocina

Ha renacido un ciprés

Juliana que está en la copa

Y Miguel que está en los piés

Eres pequeñita y puedes

En vaso navegar

Lo que tienes de pequeña

Lo tienes de resalá

Rubita, sol de los soles,

Es tu cuerpo una figura

Quieres llevarme al altar

Y eso sería una locura

Tienes la cara redonda

Y los labios encarnaos

Y para ser más bonita

Tienes el pelo rizao

Yo soy un hombre de nota

Y porfío en lo seguro

Que para ablandar lo duro

Traigo barrena y machota

Si los labios de los hombres

Fueran hierros y quemaran

Cuántas mujeres habría

Marcaítas en la cara

Tengo en el monte escondía

Una escopeta lujosa

Y una perdiz que reclame

Pero le falta una cosa

Que acuda cuando la llame

Yo tengo un verso en mis labios

Y no se atreve a salir

Sácamelo con los tuyos

Hasta llegar a morir

Yo conocí a una mujer

Que a ningún hombre quería

Pero llegó cierto tiempo

Que detrás de mí venía

Loca y sin conocimiento

Mira que a poquillo a poco

Estás pagando lo que debes

El tiempo doy por testigo

Tú te desengañarás

Si no es verdad lo que digo.

Si yo supiera de cierto

Que por ti yo me peinaba

Echaré el peine a la lumbre

Y el pelo me lo cortaba

Tú me estás martirizando

Yo por ti no miro a nadie

Los celos te están matando

Yo te juro por mi madre

Que solo en ti estoy pensando

Mal dolor le dé a la cama

A una cama sin mujer

A una mujer sin marido

Y a un hombre sin joder

Los hombres somos las moscas

Y las mujeres la miel

Y ahora estemos los viejos

Que no nos dejan lamer

Yo me asomé a tu ventana

Por ver qué estabas haciendo

De lo que a ti te pasara

La culpa yo no la tengo

5.3. BRINDIS.

El brindis es una fórmula que se dice antes de beber. La palabra "brindis" procede de la expresión alemana "Ich bring dir=s" (te lo ofrezco). Es quizás uno de los géneros más populares y menos estudiado y recogido por folkloristas.

Hemos recuperado estas muestras:

Segura está en lo alto

Orcera está en lo hondo

y yo, mira cómo me pongo.

(Se empina la bota)

Cabra (la bota) que fuiste chota

(la bota está hecha con piel de oveja)

y por los montes graznando

que se le caigan los huevos

a to el que me esté mirado.

Venga vino con un carro

y agua con una borrica.

El carro que vaya y venga

y la burra quietecica.

Brindo y bebo

y quedo invitao pa luego

Aguardiente y vino puro.

El agua para los bueyes

que tiene el cuerno duro

¡ Al horno con ella !


5.4. FELICITACIONES.

Es el conjunto de frases echas, cuartetos y coplas que se intercambiaban los novios, padres e hijos en las largas separaciones. Solían estar escritos, como estos que hemos transcrito aquí, en postales y en los finales de las cartas.

En el día de tu santo

te voy a felicitar

para que veas que te quiero

y no te puedo olvidar

Aunque estoy lejos de ti

te quiero felicitar

que es mucho lo que te quiero

y no te puedo olvidar

Esta mañana temprano

un ángel nos despertaba

recordándonos su cumpleaños

por si a nosotros se nos olvidaba

Nosotros le dijimos:

Ángel bello ya te puedes marchar

el cumpleaños de mi padre

no lo podemos olvidar

En una copita de oro

metí la mano y saqué

el corazón de mi esposo

que nunca lo olvidaré

Por tener los ojos negros

y la cara tan bonita

en el día de tu santo

tu esposo te felicita

Del jardín te mando flores

del mar, perlas y coral

y de tu esposo mil besos

y mucha felicidad

Aquí te mando esta postal

consérvala como quieras

para el día que yo vaya.

No será ésta la primera.

Del pino sale la piña

y de la piña el piñón

del corazón de sus hijos

esta felicitación

Adiós tarjeta postal

no tardes en el camino

que a mi novia vas a felicitar

Te felicita tu novio

con todo el corazón más fiel

que para una novia se puede tener

y lo soy (nombre)

Toda la España he corrido

en busca de una postal

como tú te la mereces

no le he podido encontrar

Aquí te mando mi corazón

dividido en mil pedazos

te lo mando por correo

a descansar en tus brazos

De tinta pongo mi sangre

de tintero el corazón

de tus manos vida mía

espero contestación

Por ser la primera postal

que de mis manos recibes

métela en tu corazón

para que nunca me olvides

Esta postal yo la mando

con muchísimo anhelo

porque la va a recibir

la mujer que yo más quiero

Yo subí a los siete cielos

y en la Gloria puse un pié

y no quise quedarme dentro

por no olvidar tu querer

Yo quisiera ser paloma

para poderme alejar

ir en persona a verte

para darte esta postal

En el mar se veía la arena

y en la orilla, caracoles

y en el corazón de mi prima

rosas como primores.

Sin agua mueren los peces

sin sol se acaba la tierra

y sin cariño de madre

quién será que vivir pueda.

En una copa de oro

metí la mano y saqué

el corazón de mi esposo

que nunca lo olvidaré.


5.5. ADIVINANZAS.

A las adivinanzas se ha jugado desde muy antiguo, no sólo por los niños, sino también por los mayores. Hemos seleccionado algunas de las adivinanzas "picantes" que nos echaron.

Las mujeres me lo tientan,

me lo ponen largo y tieso,

¿quién le manda a las mujeres,

el tocar carne sin hueso?

(El chorizo)

Mi abuela está

metida en un barranco,

y fue mi abuelo

y se la metió tanto.

(La tinaja del vino)

Levanta la manta,

que te lo vengo a meter

traigo la cosa tiesa

y no me puedo detener.

(El calentador)

Toda la noche

rodo que rodo y por el día

te meto el ceporro.

(La gorra)

Por una puerta pasé

y un oficio vi hacer

todo era meter y sacar

y con el culo apretar,

para ganar de comer.

(El sastre)

Mi abuelo está sentado

en una banquilla

y se está chupando

la pitilla.

(El candil)

En este cuarto lo tengo

más fresco que una lechuga,

esperando que le metan

un cacho de carne cruda.

(La tinaja del vino)

Adivina, adivineta

qué tiene el rey

entre la bragueta

(dos cartuchos y una escopeta)

Adivina, adivinanza

cuál es el ave

que muere cantando

(La chicharra)

Largo, largo como un alpargate

y tiene pelos en el cucuruñate.

(El cepillo)

Largo, largo como un alpargate

y tiene pelos en el remate

(La panocha del maíz)

Cañas y no de cañal,

cerdas y no de caballo,

no me lo adivinarás

aunque te estuvieras un año

(El panizo)

Soy una puta con guevos

y vengo de buenos aires

me echo el chucho a la espalda

y a mi no me jode nadie.

(La gallina)

En el monte perinés

hay un animal francés

pero uno que tiene dientes

y no como nos quita el tener.

Adivina lo que es.

(El peine quita los piojos)

Gordo lo tengo

más lo quisiera

que en medio las patas

no me cupIera.

(El caballo)


Arado tradicional


Un bancal muy bien labrao

y nunca ha entrao un arao.

(El tejado)

A las doce de la noche

como manda la costumbre

hay más pollas en los chochos

que pucheros en las lumbres.

(La aldabilla de las puertas)

Arroyo que tan deprisa caminas

dirigido hacia el mal

más despacio caminaras

si supieras dónde vas.

(El churro)

Blanca me echan a tierra

y verde resucité.

Me quedé mirando al cielo

y de flores me llené.

(La habichuela)

Campo blanco, flores negras

un arado y cinco yeguas.

(La mano escribiendo)

Dos losas, cuatro melosas

dos pujavantes y un quitamoscas.

(La vaca)

En una sala profunda

donde la voz corre y suena

hay una mujer por charlantinota, presa.

Soldados tiene de guardia,

todos puestos en hilera

los más fuertes no son muchos

que la mayoría son hembras.

(La boca)

La hoz al rabo, la sierra a la cabeza.

(El gallo)

Encima de ti me subo

encima de ti me reblinco

los demonios me lleven

si no te lo hinco.

(El arado)

Encima de ti me subo

tu bien que te remeneas

yo con el gusto me voy

tu con la leche te quedas.

(La higuera)

Éste es un hijo cruel

que a su madre despedaza

y su madre con mil trazas

se lo va comiendo a él.

(El hierro y la tierra)

Estoy preso sin delito

y sirvo de pregonero

por darle gusto a mi amo

me matan mis compañeros.

(El reclamo de perdiz)

Fui al huerto

y me encontré a mi abuela

con el papo abierto.

(La granada)

La madre de colorao

las monjas de blanco

más arriba dos ventanas

más arriba dos espejos

más arriba la plaza

donde se pasean los caballeros.

(La cabeza)

No hay especie como el ajo

ni fruta como el madroño

ni cosa que más apriete

como la polla en el coño.

(El dedo en el dedal)

Por el gusto y el disgusto

y el gusto de una mujer

por un bujero tan chico

meter carne sin cocer.

(La sortija)

Redonda, redonda

como una taza

y viene conmigo a la plaza.

(La luna)

Reondo, reondo como el mundo

verde como un vercancel

más encarnao que la grana

y más negro que la pez.

(La sandía)

Un tabaque de avellanas

que de día se recogen

y de noche se derraman.

(las estrellas)

Una dama galana y honesta

entre doce galanes

le hacen la fiesta

cuando el uno la coge

el otro la suelta

y siempre es galana y honesta.

(La luna)

Una mujer boca arriba

y un hombre boca abajo.

¿Qué hora es?

(La una clavá.)

Una cueva muy oscura

y desde fuera se le saca la basura.

(La escopeta)


Los protagonistas


5.6. HISTORIAS RIMADAS.

Los estudiantes

Estaban unos canteros (picapedreros) en la cantera con su lenta y apurada labor de cuartear montañas, cuando acertaron a pasar cerca unos estudiantes que empezaron a hacer preguntas propias de su desconocimiento de esa labor. Entonces los canteros viendo que los tales no eran tan estudiosos, se crecieron y les hicieron el siguiente acertijo:

Estudiantes que tanto estudiáis

en los libros cuadriculongos

¿por qué cagan los borricos

los cagones cuadraos

si tienen el culo redondo?

Los estudiantes que no tenían ningún pelo de tontos ni cortados, con toda diligencia les respondieron:

Si las matemáticas no mienten

y los libros no nos fallan

dentro el culo de los burros

hay canteros que los labran.

Juan Diego

Juan Diego tenía una burra

muy buena pa la montura.

Trueno tenía una mujer

muy buena para la casa

pa la cuestión de comer.

Se fueron a la taberna

y empezaron a beber.

Dispusieron de cambiar

la burra por la mujer.

Ya que tenían hecho el trato

delante de los presentes,

la borrica aparejá,

la mujer con los pendientes.

Marcha Juan Diego a su casa

a recoger la mujer.

-¡Buenas noches, señorita!

-¡Buenas noches tenga usted!

-Vengo a hacerle a usted saber

que hemos cambiado a una burra

pelo a pelo por usted.

(Contestó la mujer)

-Si mi marido ha hecho el trato

sería por estar borracho

yo no me voy con usted.

(Esto acarrea un litigio delante del juez)

¡Buenas noches, señor Juez!

¡Buenas noches tenga usted!

Vengo a hacerle a usted saber

que el pícaro de mi marido

me ha cambiao por una burra

y no crea que es mentira

que está sentá la escritura.

(Dijo el Juez)

Mujeres del número uno

ya tenéis la lección da.

No os caséis con labraores

porque sos pueden cambiar.

Más vale una niña en pelo

que una burra aparejá.

Los ancianos no están ociosos


5.7. ROMANCES

Los romances religiosos, aparecen por primera vez editados en las Silvas de Esteban de Nájera. Los editores del siglo XIX los desecharon, si bien desde Amador de los Ríos y Menéndez Pidal se incluyen en las colecciones de romances de tradición oral, aunque dedicándoles poca atención. Suele ocurrir en muchos romances religiosos que empiezan o acaban con formulas a modo de oración en donde se declara la fe en Cristo o se recomienda el recitado de la oración para la salvación del alma.

En el que hemos recogido, tras entrevistas a varias fuentes, es fácil ver la doble intención didáctica de la tradición oral: aprender los nombres de las partes del arado así como su uso junto a los misterios de la religión. Era transmitido, principalmente por los abuelos.

Estén atentos y oigan

lo que dicen mis hermanos

un arado quiero hacer

de piezas lo iré formando

y de la pasión de Cristo

palabras iré explicando.

El dental será el sepulcro

donde a mi dios enterraron,

la reja será la losa

con que el sepulcro taparon.

La tenilla y las dos aitas

son las tres prendas de amor

segnifica la llavija

en la punta del timón.

Las orejeras son dos

que las hice con mis manos

que tenemos tan buen dios

que muere por los cristianos.

El pescuño es el que apreta

todas estas herejías

segnifican los dolores

que le dieron a María.

Esta es la cama y la cruz

donde Cristo dejó fama

y por eso sacó cama

del madero de la cruz.

Ya está el arado compuesto

solo nos falta el gañán

iremos a San Isidro

que es un lindo mayoral.

Apenas se lo hemos dicho

ha respuesto con placer

y mucha melosidad

ha repuesto San Isidro

que él mismo lo arreará.

!Tente arriba Cartagena!

!alájate Viloreta!

que ya me duele la mano

de corregirte la esteba.

El primer puñao pa dios,

el segundo pa mi amo

y el tercer puñao que tiro

para las aves del campo.

Las aves que le oyeron

vinieron con arrogancia

dando gracias a S. Isidro

que cómo iba su labranza.

San Isidro contestó

que era la primera marcen

que de aquel peazo sembró.

Un yugo con dos camellas

y en medio se reconocen

donde sientan las medianas

a punto de dar las doce.

San Isidro desunció

para dar agua a sus pares

a una piedra se acercó

le dio con los gavilanes

y una fuente de agua

echó más clara que los cristales.

Romances impresos

El niño asesinado por un degenerado

(recogido de varias octavillas)

Bella capital de Málaga,

perla del Mediterráneo,

ha sucedido este crimen

que da pena recordarlo.

En la calle de la Fuente

en el barrio del Perchel,

habitaba este matrimonio

con su hijito Juan Manuel.

El día 16 de Enero

a las once la mañana

esta madre cariñosa

a su hijo aseaba.

y estándolo arreglando

el niño no se dejaba

porque oía a su amiguito

que en la puerta lo llamaba.

La madre al verlo impaciente

a su hijo le reñía

su abuela desde la cama

estas palabras decía:

Deja al niño que se vaya

con sus amigos a jugar,

que el río no trae agua y nada le ocurrirá.

Este río conocido

se llama Guadalmedina

muy cerca de aquella calle

donde aquel niño vivía.

Por ser un sitio tranquilo

y libre de circulación

los ancianos y las mujeres

allí tomaban el sol.

Eran la una de la tarde

y se marchó el personal,

los niños quedaron solos

cuando llegó el criminal.

Con algunos caramelos

a un niño quiso engañar

como este niño fue listo

no se los quiso tomar.

Conociéndole la idea

empezaron a correr,

dejando al más pequeñito,

se llamaba Juan Manuel.

Llega la hora de comer

y el niño no regresaba,

sale la madre a la calle

y a los niños preguntaba.

Entre ellos hay un mudo

que por señas declaraba

que un hombre se le acercó,

de la mano lo llevaba.

En esto llegaba el padre

y al recibir la noticia,

va corriendo como un loco

a dar parte a la justicia.

A los dos niños los llaman

pronto a la comisaría,

para ver si declaraban

todo lo que ellos sabían.

El niño Paquito Navas

enseguida declaró

que estando ellos jugando

un hombre se le acercó.

Con unos zapatos negros

y una gabardina clara,

y cojeaba un poquito

y cinturón no llevaba.

Por estas señas enseguida

se declara la verdad

se lo presentan al niño

este ha sido el criminal.

Este hombre sin conciencia,

criminal degenerado,

viendo que está descubierto

su crimen ha confesado.

Yo al ver que lloraba el niño

y prestaba resistencia,

con un piedra muy grande

le golpeé en la cabeza.

Al ver que ya estaba muerto

lo metí en una cloaca

por que no se descubriera

y le comieran las ratas.

Aquí termina señores

este hecho sin igual

de este sátiro inmundo,

repugnante y criminal.


El crimen de Chanfarrinas:.

De este crimen se hicieron unas coplas o romances impresos que se cantaron hasta hace pocos años.

Una aldea cerca de Los Anchos. El relato pertenece a la hermana Juliana de La Conquista.

"La Rosario se casó con uno que se llamaba Mariano que le decían" el pajareo”. Aquel año se fueron a la aceituna a Valdemarín. Yo estaba con mis padres, también en la aceituna, en un cortijo de un sitio que la dicen el Barranco las Cañas, cerca del Arroyo losancos (del Ojanco).

Como los padres de él vivían cerca el Mariano dijo que iban a ir a visitados. Se conoce que el Mariano le tenía celos a la mujer y, al medio del camino, cuando iban cerca de Cañá Catena por un barranco, le echó al cuello una soga de esas de amarrar los sacos de mies y la tiró para atrás. Luego la arrastró desde el suelo y la colgó de un olivo. La mujer estaba embarazá. Luego la descolgó y fue a entregarse a Beas.

Nosotros que seguíamos en la aceituna con mi hermana y mi tío cuando oímos que decían que Mariano había matao a la Rosario, dijimos: Bueno, pues, tenemos que ir al entierro que es en Beas. La llevaron al cementerio a hacerle la autopsia y le sacaron el niño muerto. Era una mujer muy grande. Y la llevaban en el ataúd con el cordel escondido entre las ropas.


Los encierros de Santiago


5.8. CUENTOS DE ANIMALES.

La zorra, el cuervo y el lobo

Un cabrito se atrancó en un poyato y no podía retroceder. Allí lo vió la zorra pero no podía hacer nada para comérselo. Pero amigo, la zorra como es tan lista pronto dio con la solución. Llamó a Juanillo el cuervo para que subiera y le diera dos o tres aletazos para que se despeñara.

Dicho y hecho. Voló el cuervo hasta el puntal y de dos aletazos tiró al suelo al cabrito. Entonces se presentó el lobo. Así eran tres para el reparto.

La zorra hizo un último intento para hacerse con la pieza y propuso, sabionda de que era viejísima, que se quedaría con el cabrito quien fuera más viejo.

Preguntó al cuervo: Juanillo ¿cuántos años tienes? Yo- dijo el cuervo exagerando- cien. ¡Uuuuh!-contestó la zorra- cuando la grama nació, cien años tenía yo. La zorra se alegró y fue a por el cabrito pero vio al lobo que estaba puesto de patas encima de la pieza. Entonces dijo el lobo: Yo no tengo más que ocho pero el que quiera que se acerque al choto. Así acabó el dilema.

Los tres galápagos

Eran tres galápagos que vivían en La Toba. Uno de ellos, el más listo, propuso a los otros que se apostaran con la zorra que quién subiría antes la cuesta de despiernacaballos ganaría las cien fanegas de trigo que había en la era de la punta arriba. "Pero cómo vamos a ganarle con lo que corre. Tu estás loco". Le contestaron. "So tontos, continuó el primero, si tengo un truco. Tú te pones en medio de la cuesta y tú encima del todo y dejadme a mí". La zorra aceptó el trato y salió rápida y orgullosa. Como sabía que llevaba delantera, se paró a preguntar: ¿Galapagar donde estás? Entonces le contestó el segundo galápago que estaba ya en medio de la cuesta: Alante va.

La zorra que no se esperaba esta sorpresa, cayó en la trampa y apretó la carrera hasta que no podía más. Como vió que ya casi estaba arriba, otra vez se paró a preguntar: ¿Galapagar donde estás? Le contestó el tercer galápago que ya estaba en la cima: Cien fanegas van. Al verlo, la zorra se dio por vencida.

El Cuento del Charco del Aljibe

Nos contaba la hermana Cecilia, de Cabeza Gorda, en esas ardorosas tardes del verano serrano, bajo los parrales de su casa, mientras apreciábamos la sorprendente formación pétrea con formas de mujer, que estaba su bisabuelo labrando a unos doscientos metros de la puerta del Charco del Aljibe (cerca de la Huelga Utrera) con un par de vacas cuando les picó la mosca. Los animales que sabían del peligro fueron espantás y uncías y desaparecieron dentro de la cueva del aljibe. Se quedaron atrancadas en la puerta y sólo se veía el ubio y el timón entro del agua. Todavía se pueden ver aunque la puerta se ha cerrado mucho porque la piedra de toba ha crecido mucho.

Los visitantes del lugar pueden apreciar, efectivamente, unas formaciones rocosas que parecen obedecer a tales figuraciones. Estamos seguros de que la historia es al contrario y que obedece a la imaginación popular.


5.9. CUENTOS DE CELOS Y CUERNOS.

Los hermanos.

Vivían en la misma casa un hombre joven con su hermano y la mujer de éste. Desarrollaban sus tareas pero el marido tenía la mosca detrás de la oreja compréndase el dicho según el cuento anterior). Efectivamente, un día que el marido salió de madrugá a vender unas pieles, el más joven entró en donde dormía la mujer, levantó las sábanas para verla pero no se atrevió a más. La mujer se callló para no liarlo más.

Cuando regresó el casado, no tardó en notar el nerviosismo de su hermano comprendió para sus adentros: Aquí hay algo. Le dijo a la mujer: Prepara una buena cena para esta noche. Sorprendida la mujer obedeció sin preguntar y preparó una cena que pa qué. Terminados los brindis, como la mujer se temiera lo peor, rompió el silencio y dijo:

Yo tengo un huerto en mi viña

con agua en la cabezá

se ma quedao de secano

y no sé porqué será.

Replica el marido:

A mi viña entran ladrones

no se si cogen uvas o melocotones.

Contesta el cuñao:

A la viña entré yo un día,

los pámpanos levanté

y Dios me mande un castigo

si yo las uvas toqué.


5.10. CUENTOS DE HUMOR.

El cuento de ¡ ras pa un pial !.

"Ras pa un pial" es un dicho serrano que viene a significar algo parecido a "pies para qué os quiero".

Los relatos pertenecen al hermano Miguel, de La Conquista, y al hermano Benito, de Hoya Lazar.

En el cortijo Los Juanes, vivían las Polonias que eran unas mujeres de clase, de valor. Una era tía mía, la hermana Andrea. (Dice hermano Benito). Mataron al marido y lo entertaron en el Prao Picardías. Pero no tuvieron el cuidado de taparse de un pastor que había allí en la casa., que era una venta. El pastor le llamaban el Pistolillo. Cuando se dieron cuenta de que al pastor se había olío el panorama, empezaron a hacer planes para echarlo al horno. Pero, !amigo!, el pastor que siente los planes que le estaban preparando, sale disparao y al cruzar la puerta, la cerraron de manera que la mantucha que llevaba quedó cogida, media dentro, media fuera, rasgándose con un seco ruido. El Pistolillo, el verse libre, dijo: !Ras!

Ahí te quedas pa un pial. (Un pial era una especie de mocasín). Así que logró salvarse a costa de perder la mitad de la mantucha y tan contento, bien merecía la pena.


Cuento del gitano El Niño

Sería el año cincuenta y cinco o cincuenta y seis, había por estos contornos un gitano que le decían el Niño que se dedicaba a los tratos con caballerías y bestias. El Lonardo de Rio Maguillo le compró una y, como es costumbre intentó por todos los medios engañarlo. Lo mismo estaría pensando el Niño. El Lonardo le dijo que no se preocupara por el pago que él le firmaría un papel reconociendo la deuda. El gitano se conformó y le exigió que pusiera el día del pago para estar más conforme. El Lonardo vió el cielo abierto para el engaño y escribió que se comprometía a pagarle el 30 de febrero.

El gitano que no entendía mucho de papeles, ni de fechas y horas, no quedó muy conforme y le dio el papel para que se le leyera a uno que sabía leer. Éste le dijo: ¡pero Niño qué has hecho! Ya te han engañao. Si febrero no trae nunca 30 días.

Como el Lonardo estaba trabajando en La Toba, iba todos los días en su flamante bicicleta. El gitano lo esperó en el puente del Prao la Presa. Cuando bajaba orgulloso el estafador, el calé le dijo: Van pacá Lonardico. Bájate de la telaraña que tenemos que hablar. ¡Que eres tu muy haceor de papeles del 30 de febrero!

Viendolas perdías, el Lonardo y el Niño rectificaron el papel. Hay quien asegura que el animal era más viejo que la sarna.

5.11. CUENTOS DE TESOROS.

En la comarca son muchas y constantes las referencias a lugares donde existen o existían tesoros como así se recoge en la coplilla:

En las Gorgollas (Las Gorgollitas), las gallinas escarbando sacan las ollas (llenas de oro). Tienen la creencia -no sabemos si es cierto- de que hay un tunel que va desde la fuente que sale por debajo de las Gorgollitas hasta el tornajico del Castellón en el que estaban los tesoros escondidos.

El tesoro de Cabeza Gorda.

En la aldea de Cabeza Gorda hemos recogido este relato de un tesoro en unos impresionantes roquedos escarpados.

Hace ya muchos años, cuando yo era chiquilla me lo contaron, -relatan hermana Cecilia y sus hijos Miguel y Macario- la abuela Donilla soñó que en el sitio llamado Las Iglesias había un tesoro. Para llegar a él había que entrar en esas cuevas y encontrar siete piedras cuadrás que tapan siete orzas llenas de oro y unas tijeras formando una cruz. Según decían los viejos, ya lo sacaron.

Pero cuando yo era mozo, dice Macario, mi hermana soñó que aún estaba allí pero que tuvieran cuidado que había un muerto. Macario, ni corto no perezoso, cavó y cavó hasta que se asustó al descubrir huesos humanos. Entonces abandonó la excavación. Menudas panzás de cavar que me dí.

El tesoro del Yelmo

En un lugar cercano al Yelmo llamado los Tornajos (abrevaderos) de la Atalaya hay un agujero en la pared. A través de él se desciende a una sima en la que se cuenta que hubo un enorme tesoro" del tiempo de los moros".

Se descolgaron tres serranos con sogas al fondo de la cueva y descubrieron una enorme sala y en una de sus paredes había un moro pintado con una inscripción que decía: En frente del moro está el tesoro.

Durante muchas horas estuvieron cavando sin fruto hasta que se cansaron y salieron. Pero el Jacinto del Prao la Presa volvió solo y cavó en la frente del moro. Encontró un gran tesoro y desde ese día no se ha vuelto a saber de él.

La mina del cerro Mirandante

Hay un dicho que repiten hasta la saciedad: Enfrente el covacho negro está la mina del Cerro.

El cerro Mirandante es un enorme macizo longitudinal al correr del río Madera y del que se cuenta es muy rico en oro. Parece ser que incluso después de la guerra se realizaron excavaciones en la mina, ya antigua, sin que sepamos qué buscaban.

Los serranos de esta zona mantienen que se buscaban oro porque este cerro es famoso desde el tiempo de los moros. Me dice hermano Miguel que su tío Francisco sirvió en Melilla y contaba que cuando los moros se enteraron de que era de la Sierra le decían: Cerro Mirandante, mucho oro, mucho oro. Y desde luego que lo creen a pié juntillas.


5.12. CUENTOS DE TONTOS.

La adivinanza del Cuco

Había una vez una familia de dos hermanos uno listo y otro tonto. Entonces se corre la voz de que la Princesa, que era muy lista, se apostó con cualquier persona que acertaría la adivinanza que le dijera y, de no ser así, se casaría con él. Tan segura estaba después de haber adivinado las de todos los sabios de la corte.

El hermano listo le dijo a su madre que lo iba a intentar y a los pocos días volvió fracasado. Entonces el tonto quiso ir. La madre le dijo: ¿A qué vas a ir? Si no sabes ninguna. Bueno- contestó el tonto- ya se me ocurrirá. Tu prepárame el hato.

Salió el tonto prestando atención a todo para hacer su adivinanza. Entonces oyó cantar al cuco. Pensó que ya tenía el principio: Cuco. Al poco rato, otra vez cantó el cuco.

!Qué bien! Ya tengo dos pistas: Cuco sobre cuco.

Continuando su camino se tropieza con una oveja extraviada que balaba con mucha fuerza. Y pensó que era otra pista. Ya casi lo tengo -dijo. Cuco sobre cuco y sobre cuco, un ba.

Con esta llega a Madrid donde es recibido con un enorme aguacero. Como no tenía donde resguardarse coge tal cantidad de agua que los pies le cantaban dentro de los zapatos: !chiquili chi! !chiquili chal

-Ya tengo la adivinanza. Será incapaz de acertada. Me casaré con la Princesa.

Se dirigió a Palacio y pidió ser presentado. Al estar ante la Princesa, le contó su adivinanza: Cuco sobre cuco y sobre cuco un bao Y al llegar Madrid, chiquili chi, chiquili chao La princesa perdió el color y la risa con que recibió al tonto. Pero cumplió su promesa y, se dice, que vivieron con mucha felicidad.


La sortija mágica

En un país lejano que la princesa estaba triste, el rey pregonó que quien le hiciera reír se casaba con ella.

En cierta ocasión un arriero, que conocía el pregón real, socorrió a un viejo. Entonces el viejo le dijo: Pídeme el favor que más desees. El arriero le contestó:

Quiero que cada vez que yo diga "arre", me crezca la minga un palmo. El viejo le concedió el don dándole una sortija mágica y le dijo: El sortilegio sólo tiene efecto cuando la tengas puesta. Si dices so, el tamaño se normaliza.

Entonces se encaminó al palacio de la princesa. Ella estaba triste asomada al balcón. El arriero así que la vio se colocó la sortija y empezó a decir arreo Tantas veces lo pronunció que la minga crecía y crecía hasta que entró entre la piernas de la princesa que empezó a gritar. Los reyes que lo ven dicen que había que cortar. Pero la princesa, feliz como nunca, exclamó: ¡Nada de cortar! ¡Más bien destejar! De esta manera encontró la felicidad para muchos años.


5.13. CUENTOS SOBRE CURAS.

La historia del arriero y los tres curas.

Un día le dice un arriero a otro: Te voy a decir una cosa como amigo. El cura del pueblo se está acostando con tu mujer. Míratelo.

En fin que cuando llegó a su casa con su reata de pollinos le dijo a su mujer que le preparara el hato para cuatro semanas que le había salido un viaje.

- !Pero hombre¡ dijo la mujer. ¿Cómo es posible que aún no acabas de llegar y ya te tienes que ir?

- A ver. Me ha salido un asunto muy interesante y no puedo fallar.

Así que en cuanto la mujer lo apañó se fue con su arriería.

Aquella noche corno ella no lo esperaba se presentó el arriero y cogió en su casa a tres curas por falta de uno. Sorprendida la mujer dijo que se habían presentado de golpe y que ella no sabía qué hacer.

- Nada, no te preocupes- contestó el marido. Prepara una gran cena que lo vamos a celebrar.

Cuando terminaron de cenar, mató a los tres curas.

Mientras la mujer hacía los preparativos de la cena, el arriero había mandado a llamar a un tonto que había en el pueblo. Cuando llegó el tonto a la casa, el hombre, subido en el tejado, echaba chorizos por la chimenea para atraerlo a la faena que le quería encargar, y el tonto se los comía creyendo que llovían del cielo. Así que estaba harto, que no fue pronto, el marido le hizo saber lo que tenía que hacer que no era otra cosa que hacer desaparecer a los curas cuidándose de decirle que eran tres.

- Mira -le dice. Coge ese cura, lo llevas al monte y lo arrojas a la sima honda.

El tonto se lo pone a la espalda y, un pie detrás de otro, lo lleva a la sima y lo mete por ella.

Cuando vuelve a la casa el arriero le dice: ¿Dónde lo has echado? En la sima honda, dice el tonto.

- ¿Pero cómo es posible si ha llegado antes que tú! No lo ves ahí-le dice el arriero.

- Bueno pues esta vez no vendrá.- afirmó convencido el tonto.

Llevó al segundo cura a la sima y, después, la cerró con grandes piedras. Al volver, el arriero le hizo el mismo truco cuando le presentó, otra vez, al cura que quedaba y que el tonto creía que era el mismo.

En un ataque de furia el tonto cogió al tercer cura, lo llevó al monte y lo quemó. Cuando volvió ambos se felicitaron porque al fin lo habían conseguido.

Al poco tiempo, la Guardia Civil, buscando a los curas, preguntaron al tonto si había visto a los curas ya que pensaban que sólo los tontos y los niños decían la verdad. El tonto les dijo:

Ya lo creo que los he visto. El día que llovían chorizos por la chimenea, lo llevé al campo y lo eché a la sima, se salió, lo volví a echar y corno se salió otra vez, fui y lo quemé.

La Guardia Civil no le hizo caso habiéndole dicho la verdad.

El aviso al cura.

Un cura se las veía con la mujer de un labrador.

Éste como se oliera algo volvió al atardecer, cenó y se acostó. La mujer le puso al cura una señal: en la puerta una mata de malvas y, más adentro, un vaso de vino entre dos velas.

El cura al llegar vió las malvas y entendió: mal vas.

Después vió el vino y se dio cuenta: Vino entre dos luces.

Entonces se fue y esperó a otra ocasión.

La historia del cura curete

Un marido descubre a un cura que se acostaba con su mujer y entonces ideó la siguiente rencilla:

La mujer llevaría al cura a cuestas cantando:

!Ay cura curete¡

Padre de mi Juan y de mi Pepe.

Comedor de mis gallinas.

Rompedor de mis colchones.

Recorrido el pueblo, el marido se dio por satisfecho.


5.14. CUENTOS MITOLÓGICOS

El Ojanco y Peluzamarra

Era el Ojanco un gigante que tenía un gran ojo en mitad de la frente. Se mantenía de carne humana de los pastores del entorno a los que se comía y les robaba el ganado. Vivía en una gran cueva y todos los días se encerraba en ella con sus reses y tapaba la boca de la gruta con una piedra gigantesca que sólo él podía remover. Tantos fueron sus rebaños que pensó en tomar un ayudante. Nadie quería porque todo el mundo conocía sus gustos de comidas.

En aquellos andurriales, con cuatro ovejuchas, mal vivía un pobre, ya zagalón que valía poco y le llamaban Peluzamarra. Pero no compartía Peluzamarra esa opinión de los demás y urdió un truco para engañar al Ojanco.

Fue y se ajustó con el Ojanco para hacer de pastor. Así juntaron sus rebaños para pastorearlos.

Peluzamarra le preguntó al Ojanco cuál era la señal de sus ovejas para poderlas distinguir de las suyas y el Ojanco le contestó, aprovechándose de su tamaño y fuerza: La señal de mi ganado es que no tienen ni pelo ni lana debajo del rabo. Entonces comprendió el osado Peluzamarra que había perdido todas sus ovejas ya que no hay en el mundo una que tenga pelos o lana en el culo pero siquió adelante con sus planes.

Un día de tantos, cuando estaban encerrados en la enorme cueva junto a sus rebaños, le dijo el Ojanco a Peluzamarra: Mira qué poca carne me queda. Pronto te comeré. Si Peluzamarra tenía un plan menudo dato le había dado para darse prisa e ingenio en ejecutado. Una noche, Peluzamarra cogió el cubrepan (herramienta que llevan los pastores para cubrir la torta con las ascuas y que se usaba también en los hornos de pan cocer) y lo puso al fuego. Así que se puso al rojo, se lo clavó al Ojanco en el ojo.

Entonces el Ojanco, lleno de furia y dolor, comenzó a buscar a Peluzamarra por toda la cueva sin encontrado ya que el interesado se escondía con tino. El Ojanco pensó una solución: Quitaría la piedra de la puerta y se pondría en ella para que todo bicho viviente tuviera que pasar entre sus piernas. Así, sin duda, agarraría al agresor. Pero Peluzamarra también discurría lo suyo: mato al manso, se cubrió con su piel y se puso al cuello al cencerro. Cuando el Ojanco oyó los cascabelazos llamó al manso y como estos, como su nombre indica, acuden a arrodillarse a los pies del pastor, Peluzamarra, echándole valor, así lo hizo. El Ojanco lo palpó y le dió vía libre. El falso manso salió disparao de la cueva tanto que el Ojanco lo notó y dijo: ¡Qué esabrío sales esta amañana! . Sin darse cuenta del engaño.

Entonces el Peluzamarra empezó a llamado a voces para atraedo hacia un cantero en donde con la furia del dolor y del engaño, el Ojanco se despeñó, muriendo. De esta manera, Peluzamarra se quedó con todo el ganado convirtiéndose en el pastor más rico del lugar.

Romería de San José. Los Anchos


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