Odo, que cada vez que me acuerdo m'entran unah risah así a lo sordo, qu'es pa miame. El otro día que llega mi yerno y m'hija de Lloré y, hombre, los muchachoh son mu cumplíoh, y eso to se les vuerve traenoh cosah a loh abueloh. Y yo siempre se lo digo:
- No teníh que traenosh ná, que nusotroh ya, pa lo que valemoh, con una chominá noh arreglamoh, y vusotros estáih en la flor y los zagaleh, que loh tengáih bien aviaoh, hombre, sin daleh capricoh ni golleríah...
Lo cuar, que llegaron y empiezan a tirar allí de maletah y traiban muchisimah cosah. Total, que apartaron allí un burto y qu'y que era pa nusotroh, pa loh abueloh. Y ya mi mujer, que no se pue estar quieta, comienza a furgal por allí y saca un arte de bragas, pero con pajera, que era pa velo y no creelo. Con lo que le digo yo a la Micaela:
- Muchacha, cucha lo que te han traído tus hijoh.
- Trae a ver -dice.
Y empieza a miralah p'acá p'allá y yo que ya lah vide le digo:
- Mira chiquilla, tu has lo que te sarga, pero como te pongas eso, te van a ver el panete ende La Morringa.
Y entonces dice mi yerno:
- Cá, padre, si los carzoncilloh son pa osté...
- ¡Quies callar! -que quedó pínfano- pero ¿qué arte de carzoncillos son son estoh pa tío, mejorando lo presente?
Y yo me arremangaba los pantaloneh y no hacía máh que mirame loh mióh que los llevo ataoh ar tubillo.
Lo cual, que me dice m'hija qu'eso eh la moda del hombre de hoy o qué sé yo qué. Luego, por no hacele el feo, me los he puesto, pero me se meten por lah ingleh y me se están escociendo y así ando: con lah zancah abiertah como si me dolieran lah parteh.
Y ya me pregunta mi yerno:
-¿Qué, hermano, cómo va osté con loh eslipih?
- Pos'hombre, esto será mu modelno, pero se los voy a dar a tu suegra, que leh cosa la pajera y se loh ponga ella, porque yo voy máh joío qu'hermoso.
- No teníh que traenosh ná, que nusotroh ya, pa lo que valemoh, con una chominá noh arreglamoh, y vusotros estáih en la flor y los zagaleh, que loh tengáih bien aviaoh, hombre, sin daleh capricoh ni golleríah...
Lo cuar, que llegaron y empiezan a tirar allí de maletah y traiban muchisimah cosah. Total, que apartaron allí un burto y qu'y que era pa nusotroh, pa loh abueloh. Y ya mi mujer, que no se pue estar quieta, comienza a furgal por allí y saca un arte de bragas, pero con pajera, que era pa velo y no creelo. Con lo que le digo yo a la Micaela:
- Muchacha, cucha lo que te han traído tus hijoh.
- Trae a ver -dice.
Y empieza a miralah p'acá p'allá y yo que ya lah vide le digo:
- Mira chiquilla, tu has lo que te sarga, pero como te pongas eso, te van a ver el panete ende La Morringa.
Y entonces dice mi yerno:
- Cá, padre, si los carzoncilloh son pa osté...
- ¡Quies callar! -que quedó pínfano- pero ¿qué arte de carzoncillos son son estoh pa tío, mejorando lo presente?
Y yo me arremangaba los pantaloneh y no hacía máh que mirame loh mióh que los llevo ataoh ar tubillo.
Lo cual, que me dice m'hija qu'eso eh la moda del hombre de hoy o qué sé yo qué. Luego, por no hacele el feo, me los he puesto, pero me se meten por lah ingleh y me se están escociendo y así ando: con lah zancah abiertah como si me dolieran lah parteh.
Y ya me pregunta mi yerno:
-¿Qué, hermano, cómo va osté con loh eslipih?
- Pos'hombre, esto será mu modelno, pero se los voy a dar a tu suegra, que leh cosa la pajera y se loh ponga ella, porque yo voy máh joío qu'hermoso.
AEMILIUS
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