Hay que ver la locura que trae el tiempo estoh últimoh añoh. No se sabe cuando es invierno ni verano, lo mesmo te asah en diciembre que te yelas en agosto. Ahora yo no sé si eso que dicen de que el tiempo está joío por la cosa la bomba atómica será verdá o no. El tiempo, aunque a mí me paece que anteh no era tanto, pero vaya osté a saber, de siempre ha dao rabotáh, como la cola del diablo.
Eso la gente ganadera lo sabe mu bien. Hay que andase con cien ojos pa, un suponer, esquilar la ovejas porque, si te pasah de trempano, te se puén quedar fritas en una noche. Hombre, que la oveja no eh como lah personah, que noh ponemoh y noh quitamoh loh abrigoh y loh tabardoh como quien no quiere la cosa. Los animalicos tién su buen abrigo, pero nusotros cuando se nos cruza, se lo quitamos y loh dejamoh en cueroh y elloh si que no puén defedese, probeticoh.
Una vez, hará suh buenoh cincuenta añoh, porque estaba yo recién vuerto de África, de la guerra del moro, que fí yo acemilero y hay que ver lah calamidadeh que pasamoh allí lah criaturah, con tanto piojo y tanta miseria, el agua tan mala, si no es la de Ben Karri, que era buenísima, si siñor. Bueno, como iba diciendo, hará suh cincuenta añoh y teníamoh unah ovejah nusotroh que daba envidia velah, gordah como añojoh y con la lana que les rastraba. Y ya empezó a hacer bueno y dijeron de esquilalah. Y, no sé por qué ni por qué no, a mí me daba la olor de que aquello no era firme, con que no hacía máh que'icileh: "Muchachoh, no ser tontoh y no las esquilíh" y ellos, dale bola, que el tiempo estaba firme y qu'y que se podían esquilar. Ya se pusieron tan porrah que yo dije: "a tomar por saco y hacíh lo que sus sarga. Como si queríh esquilar a la pollina del guarda".
Oiga, no habían acabao con la úrtima y paecía que estaba aguardando el tiempo: de pronto, dio rabotá, cuch'uste y vino un frío que se helaban lah palabrah, poh ea, lah probeticah ovejah comenzaron a cascal qu'era una pena. Y mía que se lo dije: "No lah esquilíh, no lah esquilíh", Poh como quien oye llovel...
Pos lo mesmo pasa ahora, en cuanto viene argún capigorrón: que la gente se cree que tó está en el saco y se calla y luego, si t'he visto no me acuerdo y mal rayo soh parta.
Eso la gente ganadera lo sabe mu bien. Hay que andase con cien ojos pa, un suponer, esquilar la ovejas porque, si te pasah de trempano, te se puén quedar fritas en una noche. Hombre, que la oveja no eh como lah personah, que noh ponemoh y noh quitamoh loh abrigoh y loh tabardoh como quien no quiere la cosa. Los animalicos tién su buen abrigo, pero nusotros cuando se nos cruza, se lo quitamos y loh dejamoh en cueroh y elloh si que no puén defedese, probeticoh.
Una vez, hará suh buenoh cincuenta añoh, porque estaba yo recién vuerto de África, de la guerra del moro, que fí yo acemilero y hay que ver lah calamidadeh que pasamoh allí lah criaturah, con tanto piojo y tanta miseria, el agua tan mala, si no es la de Ben Karri, que era buenísima, si siñor. Bueno, como iba diciendo, hará suh cincuenta añoh y teníamoh unah ovejah nusotroh que daba envidia velah, gordah como añojoh y con la lana que les rastraba. Y ya empezó a hacer bueno y dijeron de esquilalah. Y, no sé por qué ni por qué no, a mí me daba la olor de que aquello no era firme, con que no hacía máh que'icileh: "Muchachoh, no ser tontoh y no las esquilíh" y ellos, dale bola, que el tiempo estaba firme y qu'y que se podían esquilar. Ya se pusieron tan porrah que yo dije: "a tomar por saco y hacíh lo que sus sarga. Como si queríh esquilar a la pollina del guarda".
Oiga, no habían acabao con la úrtima y paecía que estaba aguardando el tiempo: de pronto, dio rabotá, cuch'uste y vino un frío que se helaban lah palabrah, poh ea, lah probeticah ovejah comenzaron a cascal qu'era una pena. Y mía que se lo dije: "No lah esquilíh, no lah esquilíh", Poh como quien oye llovel...
Pos lo mesmo pasa ahora, en cuanto viene argún capigorrón: que la gente se cree que tó está en el saco y se calla y luego, si t'he visto no me acuerdo y mal rayo soh parta.
AEMILIUS
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