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DE UNA COMARCA CON FUTURO
DE UNA COMARCA CON FUTURO
Afortunadamente contamos con gran cantidad de estudios y
publicaciones que nos permiten con cierta facilidad conocer la realidad actual
y los diferentes procesos que han conformado la situación social,
medioambiental y económica de una comarca tan peculiar como es la Sierra de Segura.
De forma subjetiva, y sin ánimo de ser sistemáticos, vamos a
realizar un breve repaso sobre varios aspectos
heredados que condicionan el futuro de nuestro territorio, teniendo en
cuenta que las personas que residimos en esta comarca somos responsables de las
condiciones de vida que actualmente estamos disfrutando y de la calidad de los
recursos que dejemos en herencia a otras generaciones.
El medio natural
en el que nos ubicamos es accidentado y montañoso con un promedio de altitud
elevado y un perfil abrupto e irregular, existen por tanto fuertes pendientes
en gran parte del territorio. El carácter montañoso y su localización interior
condicionan la climatología permitiendo varios pisos bioclimáticos que van del
clima mediterráneo cálido (inviernos no demasiado fríos y veranos calurosos, de
precipitaciones medias en torno a los 600 mm ) a
un clima mediterráneo continental (con inviernos más duros y largos y veranos
agradables y poco calurosos, siendo las precipitaciones más altas). En general
predominan los suelos poco evolucionados donde se desarrollan importantes
procesos erosivos. Es cabecera y divisoria de dos importantes cuencas
hidrográficas la del Segura
y la del
Guadalquivir.
La vegetación constituye uno de los
mayores patrimonios de la
Sierra de Segura, reconocida internacionalmente al ser
patrimonio de la biosfera, conformando un autentico oasis vegetal, que tuvo su
origen en las últimas glaciaciones que favorecieron que muchas especies
encontraran aquí su zona de supervivencia, y otras que se fueron diferenciando
y adquiriendo sus propias características. Existen, por tanto una gran variedad
de series de Vegetación, que a lo largo de la historia se han ido modificando
por la acción humana.
El patrimonio histórico, arqueológico y
etnográfico, como base fundamental de la investigación arqueológica e histórica
de la Sierra
de Segura se ha caracterizado por el aislamiento, la marginalidad y la periferia. Se
desconoce hasta que punto esta zona ha permanecido aislada, el conjunto de
pinturas rupestres de estilo levantino y las fortificaciones medievales
islámicas y cristianas sugieren que la idea del aislamiento de la Sierra en otras épocas es
falsa, ya que de una forma u otra siempre ha desempeñado un papel importante al
servicio de los diferentes pobladores.
La situación demográfica se caracteriza en
base a dos fenómenos: El despoblamiento y el envejecimiento. El despoblamiento
que comienza a mediados del siglo XX y que continúa de manera incesante hasta
el momento actual y el envejecimiento generado por los bajos niveles de
natalidad y la pérdida de los efectivos de la población económicamente activos.
Esta situación es común a otros espacios serranos.
La economía comarcal es
fundamentalmente agraria siendo la superficie labrada de 27% y el resto de uso
forestal.
Dentro
del sector
primario nos encontramos una
situación de latifundismo serrano público, lo que significa que las grandes
explotaciones son forestales o de pastos, frente al minifundismo de la
propiedad privada y labrada. Dentro de la superficie labrada el cultivo del
olivo ocupa el 87,3% del total. Las producciones medias son muy diferentes en
función de las calidades de la tierra, pendientes, altitud y lo que es más
importante, si son de secano o regadío. Los restantes cultivos de secano han
sufrido un gran retroceso. Las huertas, superficie tradicional de regadío están
desapareciendo en favor del olivar. La gran riqueza que históricamente ha
supuesto la explotación maderera ha ido cayendo lentamente en el tiempo. La
ganadería de ovino y caprino que ha supuesto una gran riqueza tradicional,
actualmente se encuentra en crisis.
El sector
secundario tiene escasa relevancia en nuestra comarca, centrándose
principalmente en las almazaras, envasadoras de aceite, talleres de madera y
talleres de reparación de maquinaria y automóviles. Actualmente están
apareciendo empresas agroalimentarias dedicadas a la elaboración de productos
autóctonos como los embutidos, secado de jamones y conservas ecológicas. La
construcción en la zona se basa en pocas empresas de escasa dimensión dedicadas
a la construcción de viviendas.
En el sector terciario se diferencian dos subsectores: servicios, y hostelería, comercio. Los servicios públicos proporcionados por las administraciones autonómicas y locales y los servicios privados como las entidades financieras, asesorías y los transportes. El comercio es de reducidas dimensiones, poco especializado y de carácter familiar y la infraestructura turística es la que mayor desarrollo ha experimentado, aunque tiene también un marcado carácter estacional.
Las
carreteras, dentro de las comunicaciones,
juegan un papel esencial en la ordenación del territorio y en sus relaciones.
En la comarca mejoran poco a poco, pero aún no se ha conseguido comunicarla con
levante o el resto de Andalucía a través de autovía. Sigue siendo impensable
contar con red ferroviaria a pesar de que se llegó a construir la vía Baeza-Utiel
que también transcurría por nuestra comarca. Otro tipo de comunicaciones como
las telecomunicaciones nos permitirán generar nuevas oportunidades de negocio
con independencia de la ubicación, aunque, desafortunadamente la orografía, la
dispersión de los núcleos y la escasa viabilidad que argumentan las grandes
empresas suministradoras, aún no han permitido el acceso a las mismas, de toda
la población serrana.
Los invariantes históricos de la Sierra de Segura, como el
ambiente hostil y el aislamiento soportado por los pobladores de estas tierras
solamente aptas para la ganadería y los bosques, con una climatología dura y
grandes dificultades para las vías de comunicación. El carácter que desde las
primeras épocas históricas geógrafos e historiadores juzgaron como de
frugalidad, rudeza, belicosidad y de rechazo a la llegada de pueblos extraños.
La entidad histórica y geográfica que donde mejor se manifiesta es en el habla,
en la cual se revela mejor que en ningún otro aspecto esa personalidad
específica.
Los problemas sociales de la población
se acentúan por el sistema de transmisión de la propiedad generando grandes
problemas de parcelación y manejo. La
situación de incertidumbre económica de las personas jóvenes hasta que se
convierten en propietarias por herencia. La edad avanzada y falta de formación
de los jefes de la
explotación. El desprestigio de la profesión de ganadero o
agricultor ante los jóvenes y la preparación temprana de las personas más
profesionalizadas para abandonar el territorio. La exclusión en la toma de
decisiones de las personas más jóvenes. Un sector secundario y terciario sin
capacidad para generar suficientes puestos de trabajo y evitar la emigración de
la población activa. El inadecuado funcionamiento del sistema cooperativo. La
escasa utilización a nivel comarcal de la importante red asociativa. Las altas
tasas de desempleo de las mujeres y las grandes dificultades para competir en
igualdad de oportunidades. La escasa implicación en la vida política local,
provincial y autonómica de la población serrana.
Otro aspecto
fundamental que influye sobre manera en nuestra comarca es la globalización. No podemos olvidar que la globalización
condiciona la coyuntura económica actual. Los altos precios del petróleo y la
escalada de precios de los cereales han disparado los costes de la producción
agraria y alimentaria, haciendo a la vez entrar en grave crisis a sectores tan
importantes como la ganadería.
La existencia
del Parque Natural, ha condicionado también aquellos aprovechamientos
forestales, cinegéticos, agrícolas y turísticos que entraban en contradicción
con la conservación de la
Naturaleza , esto es lo que ha sucedido con los
aprovechamientos madereros, además de que la oferta comarcal y nacional viene
conociendo la competencia a precios más bajos de la madera de otros países.
Contribuye a esta circunstancia la inexistencia de infraestructura e
iniciativas privadas capaces de encargarse de la explotación y de la
elaboración de la madera.
Es
fundamental, por tanto, que el futuro de la comarca esté marcado por el
desarrollo sostenible. El término desarrollo sostenible, sustentable
o perdurable se aplica al desarrollo socio-económico y fue formalizado
por primera vez en el documento conocido como Informe Brundtland (1987), fruto de los
trabajos de la Comisión
Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo de Naciones Unidas, creada en
Asamblea de las Naciones Unidas en 1983. Dicha definición
se asumiría en el Principio 3º de la Declaración de Río (1992).
El
ámbito del desarrollo sostenible puede dividirse conceptualmente en tres
partes: Ecológico, Económico y Social. Se considera el aspecto social por la
relación entre el bienestar social con el medio ambiente y la bonanza
económica.
Deben satisfacerse las necesidades de la sociedad como alimentación, ropa, vivienda y trabajo, pues si la pobreza es habitual, el mundo estará encaminado a catástrofes de varios tipos, incluidas las ecológicas. Así mismo, el desarrollo y el bienestar social, están limitados por el nivel tecnológico, los recursos del medio ambiente y la capacidad del medio ambiente para absorber los efectos de la actividad humana. Ante esta situación, se plantea la posibilidad de mejorar la tecnología y la organización social de forma que el ambiente pueda recuperarse al mismo ritmo que es afectado por la actividad humana.
En la Sierra de Segura si
destacamos en algo, es en el Patrimonio
que poseemos, englobando aquí al medio natural, la orografía, la vegetación, la
flora, la fauna, la geodiversidad, la red hidrológica, las diferentes
condiciones climáticas, los elementos y yacimientos arqueológicos, los
elementos arquitectónicos y etnográficos y la diversidad de paisajes más o
menos antropizados; es decir, tenemos muy desarrollado el pilar Ecológico o ambiental de la Sosteniblidad , y así
ha sido reconocido por diferentes organismos y entidades que han distinguido la
zona desde el punto de vista natural, aplicando normativas que aseguren su
conservación.
La
situación económica no es muy halagüeña muchas de las iniciativas que se
desarrollan en la comarca no son capaces de evitar la insostenibilidad
económica. El pilar Económico se
caracteriza, como ya hemos visto, por depender en una gran parte de la
producción primaria. El olivar, tal como se
ha concebido tradicionalmente, tiene un futuro problemático. La irrupción de
nuevos sistemas de plantación de alta y precoz productividad que resuelven la
vieja aspiración de la recolección mecánica integral, representa un cambio de
época en este milenario sistema agrícola. El reto inmediato no es tanto hasta
dónde se deben intensificar las nuevas plantaciones, cuya expansión mundial
parece imparable, cuanto el cómo afrontar la crisis del olivar de baja
productividad. En ovino la
subida de los piensos y la bajada
generalizada de los precios de los productos animales ha sumido
a la ganadería en la peor crisis de los últimos 20 años. Además se han padecido
los efectos de las importaciones de terceros países. A raíz de la subida de las
materias primas, los consumidores han sufrido la espiral
alcista de los alimentos básicos; todo lo anterior ha favorecido, también,
la destrucción de puestos de trabajo. La
madera como una de las producciones más importantes del monte hace tiempo
que no es sostenible económicamente y dejó ser la principal fuente de ingresos
y de creación de puestos de trabajo. El
turismo, la agroindustria y los servicios aunque pueden ser los motores
económicos aún no tienen entidad suficiente.
Los procesos de explotación y de conservación de los recursos que se han ido sucediendo en
Queda
claro que el presente de la
Sierra de Segura es insostenible. El Pilar ambiental que cuenta con un gran
patrimonio natural, cultural y etnográfico se encuentra en la parte positiva de
la balanza, pero la estrategia seguida para su mantenimiento y conservación
(Pilares económico y social) no ha tenido en cuenta la organización social ni
el nivel tecnológico necesarios para que el medio ambiente pueda absorber los
efectos de la actividad humana.
La clave principal para trabajar por la sostenibilidad de este territorio se encuentra
en las personas que lo habitan. La calidad de vida alcanzada es la mayor
garantía para asegurar un futuro sostenible. Las iniciativas a implantar para
que sean efectivas han de garantizar la viabilidad técnica, económica, social,
ambiental y la participación.
Las estrategias principales que se
deben articular son:
~
Valorizar el patrimonio natural, cultural,
arquitectónico y etnográfico, al máximo, como uno de los principales atractivos
de esta zona rural reconocida a nivel internacional, sin impactar sobre el
ambiente y asegurando la conservación de las tradiciones.
~ Aprovechar los recursos
autóctonos
de la comarca desarrollando proyectos competitivos, con las producciones del
olivar, las producciones ganaderas y las producciones del monte. Al no
obtenerse de forma intensiva hay que diferenciarlas por su calidad certificada
y por los manejos agroecológicos.
~
Diversificar las
producciones
de forma que subproductos y residuos pasen a ser nuevos productos como energías
renovables, nuevos alimentos, esencias, elementos de decoración y abonos
orgánicos entre otros.
~
Desarrollar canales de
comercialización
de productos y servicios que aseguren que la sostenibilidad se prolonga hasta
etapas posteriores al consumo de los productos.
~ Generar empleo a través de iniciativas
innovadoras que integren a mujeres, jóvenes, personas, con discapacidad,
emigrantes, etc. para asentar una población que actualmente busca su desarrollo
personal y profesional fuera de la comarca.
~
Potenciar el asociacionismo
y la cooperación como
herramientas fundamentales de dinamización e implicación de diferentes
colectivos en el desarrollo de la comarca.
~
Favorecer
la participación de la población
serrana a todos los niveles: de forma individual, en las empresas, en los
sindicatos, en las asociaciones y en los ayuntamientos, para que las
iniciativas respondan a las necesidades de las personas residentes y evitando
generar el deterioro medioambiental y social.
~
Implicar a las diferentes
administraciones
en las iniciativas y proyectos de desarrollo sostenible del territorio para
sumar esfuerzos y para que asuman nuevos compromisos.
~
Apoyarse en las nuevas
tecnologías que
permiten reducir los costes de producción, transformación, transporte,
comercialización y promoción de los productos y servicios sostenibles.
~ Evaluar cada una de las
iniciativas con
indicadores que aseguren la sostenibilidad, esto es que garanticen la
viabilidad técnica, económica, ambiental, social y la participación en una
comarca que forma parte de uno de los Parques Naturales más grandes de Europa.
~ Ramón Muñoz Martínez. Ingeniero Agrónomo.
Bibliografía:
-- Anales de la Sierra de Segura Nº 1 (2003). Asociación Cultural Sierra de Segura.
-- Actualidad Ecológica Nº 23 (2008). Comité Andaluz de Agricultura Ecológica.
-- Ramón Muñoz Martínez. Estudio Socioeconómico de la D.O Sierra de Segura (1989).
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